Diez años hace que el ingeniero mecánico José Pérez Moya
(trabajador del Archivo Histórico) y el licenciado en cultura física
Gabriel Yero Baldoquín incursionan en la investigación y fabricación
de losas coloniales.
Identificados hoy como Grupo Moyero, por la fusión de ambos
apellidos, elaboran este producto, tanto para instituciones
estatales como para cualquier ciudadano interesado en adquirirlo.
"En estos momentos —explica Pérez Moya— estamos llevando adelante
un proyecto denominado Losarte, que no solo pretende dar respuesta a
solicitudes de esa producción, sino también rescatarla y asegurar su
continuidad mediante la participación de nuevas generaciones de
artesanos."
Entre el grupo de jóvenes que ganan conocimiento y habilidades en
el oficio están los tres hijos de Gabriel Yero.
Tanto para los fundadores como para Yosmany, Reynaldo, Yoan
Gabriel, Rogelio y otros miembros del proyecto, no constituye
problema la producción de cualquier losa de estilo colonial, con
dibujos o a color entero, a relieve o sin él, cenefas, pasos de
escalera, además de estar aptos también para fabricar maceteros y
cuadros decorativos, todo bajo el sello de tiempos pretéritos.
"Por las magníficas relaciones de trabajo que tenemos con el
Fondo de Bienes Culturales de Holguín, que es en la práctica nuestra
casa matriz —afirma Yero— hemos podido adquirir el cemento blanco y
gris, la marmolina, la arena sílice, el feldespato y los pigmentos:
un poco más complicados estos últimos por ser de importación."
Esas materias primas permiten iniciar un proceso cuidadosamente
planificado, sobre la base de cálculos muy claros y de una ficha de
costo que al decir de sus autores "no deja lugar a pérdidas, desvíos
ni errores" y que asegura ventas, distribución justa de ingresos y
cumplimiento de los deberes ante el fisco.
Así, FECONS y FIART (eventos feriales) han sido escenarios
propicios para mostrar la originalidad de esas losas, cuyo valor
patrimonial late en varias instalaciones culturales, históricas y
turísticas dentro y fuera del país, a las que se suman otras
solicitudes desde la capital cubana, Cienfuegos, Granma y Holguín.
Según explica Moya, varios artistas han mostrado interés incluso
en plasmar sobre losas parte de su obra, tal y como ya sucedió
felizmente con algunas de Nelson Domínguez.
Estas producciones transcurren paralelas a la actividad que con
fines similares desarrolla una entidad estatal, en cuya formación y
despegue tuvieron protagónica participación Yero y Moya, aunque
nunca renunciaron al pequeño taller o "laboratorio familiar", cuyo
núcleo principal se ubica hoy en el reparto de Buena Vista, y desde
allí contribuyen a la preservación de los valores arquitectónicos y
patrimoniales.