Atentados y enfrentamientos armados entre opositores y seguidores
del presidente Alí Abdulah Saleh causaron este jueves tres muertos y
cinco heridos, en medio de protestas para forzar su renuncia pese al
compromiso de negociar la transición.
Fuentes de seguridad señalaron que un niño de 14 años perdió la
vida y otras cinco personas sufrieron lesiones a primera hora de
este jueves en un tiroteo en la ciudad meridional de Adén, que fue
seguido de dos explosiones cerca de una estación de policía en
Al-Mansura, reporta Prensa Latina.
Una tercera detonación tuvo lugar en una oficina de los servicios
de inteligencia del gobierno yemenita, pero no ocasionó víctimas.
Según la policía, otras dos personas también perecieron en Sanaa
cuando un obús impactó en su casa en el distrito capitalino de Al-Hassaba,
un incidente que se asoció a venganza política de elementos
progubernamentales contra los opositores.
Además, dos personas resultaron heridas en esos incidentes,
reportó el canal satelital Al-Arabiya al describir un escenario de
fuertes explosiones, disparos de artillería y armas automáticas que
presagió la reactivación de combates como los de mayo pasado en el
citado barrio.
El ataque ocurrió cerca de un complejo residencial del jefe de la
influyente tribu Hashed, jeque Sadiq Al-Ahmar, cuyas fuerzas
respaldan a quienes reclaman la dimisión de Saleh, quien convalece
desde junio en una clínica de Arabia Saudita tras sufrir un
atentado.
Analistas y líderes sociales de Yemen valoran muy elevada la
probabilidad de un mayor brote de violencia, dado que desde hace
semanas seguidores y opositores de Saleh concentran hombres y
armamento en zonas dentro y en los alrededores de Sanaa.
Incluso, defensores de los derechos humanos en el país alertaron
que la situación pudiera derivar en una guerra civil, mientras la
Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay,
instó el martes al gobierno a liberar inmediatamente a todos los
prisioneros.
Según datos de la oposición, miles de civiles yemenitas han sido
arrestados por las fuerzas de seguridad durante manifestaciones
pacíficas o han muerto víctimas de ataques con municiones reales.
La semana pasada, el mandatario autorizó a su vicepresidente para
negociar con la oposición una iniciativa de transferencia del poder
presentada por el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) Pérsico, y
que fija en un mes el plazo para la renuncia de Saleh.
Por otro lado, el gobierno mantiene una ofensiva en la provincia
sur de Abyan contra milicias islamistas radicales en un intento por
aniquilar supuestas bases de Al-Qaeda, y tranquilizar a Estados
Unidos y Arabia Saudita que alegan temor a una proliferación del
terrorismo.