El Tribunal de Milán acogió este jueves el proceso abierto contra
el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, por presunta
complicidad en la revelación de información confidencial,
relacionada con la Banca Nacional de Italia.
Berlusconi enfrenta otros juicios por corrupción, extorsión,
abuso de poder e inducción a la prostitución de menores, que unido a
los impopulares recortes presupuestarios, han desplomado su
popularidad hasta 24 por ciento, según un reciente sondeo de
opinión, reporta Prensa Latina.
El jefe de Gobierno figura como cómplice junto a su hermano Paolo
en la intercepción y posterior publicación de una conversación
telefónica entre el líder del opositor partido Democráticos de
Izquierda Piero Fassino y el exdirector de la compañía aseguradora
Unipol, Giovanni Consorte, sobre la venta del banco italiano.
Al fundamentar su decisión, la jueza principal Stefania Donadeo
dijo que existen indicios sobre la responsabilidad de Berlusconi en
la filtración de información secreta, lo cual apunta a una conducta
ilícita.
El administrador Roberto Raffaelli, de la empresa Research
Control System, a cargo de interceptar llamadas para la Guardia de
Finanzas, admitió que el 24 de diciembre de 2005 llevó un ordenador
con el audio de la conversación a una reunión celebrada en la villa
de Arcore, de Berlusconi, con la presencia de éste, su hermano Paolo
y el empresario Fabrizio Favata.
La sustracción de la cinta fue también un regalo para Berlusconi
en el contexto de las elecciones legislativas de 2006, pues afectaba
al principal rival de la oposición, señala el diario La República.
De hecho, analistas aseguran que la revelación causó un fuerte
impacto en el electorado, lo cual fue decisivo para la victoria de
la entonces coalición de centro derecha, liderada por Berlusconi.
Paolo y Favata ya fueron procesados junto a otros tres acusados,
además de resarcir a Fassino por los daños morales, con unos 40 mil
euros.
El primer ministro deberá responder además a la cita de la
Fiscalía de Nápoles para declarar por un caso de extorsión por parte
del empresario Giampaolo Tarantini y el periodista Valter Lavitola.
Como fecha tope los fiscales fijaron hasta el domingo próximo el
plazo para que Berlusconi responda, luego de ausentarse a un
interrogatorio programado el pasado martes, cuando viajó a Bruselas.
En otro caso parecido, Berlusconi figura implicado con el abogado
David Mills, quien fue condenado en octubre de 2009 por aceptar
dinero suyo a cambio de testificar a su favor en dos juicios.