Leales a Muamar El Gadafi continuaban resistiendo este jueves la
ofensiva rebelde en Bani Walid y Sirte, mientras en la ciudad de
Trípoli se preparan alfombras rojas para gobernantes europeos en
clara disputa por la primacía de visitar Libia.
Mientras voceros del autodenominado Consejo Nacional de
Transición (CNT) evitan dar pormenores de las hasta ahora
infructuosas batallas para aniquilar los bastiones fieles a El
Gadafi, reportes independientes refieren fuertes combates en Bani
Walid, reporta Prensa Latina.
Medios televisivos regionales indicaron que en esa localidad,
situada 150 kilómetros al sureste de Trípoli, un destacamento
estimado en más de mil hombres ha impedido a los insurgentes
apoderarse de la ciudad, pese a más de una semana de escaramuzas
apoyados por la OTAN.
Los aviones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte
(OTAN) mantuvieron en las últimas horas sus bombardeos en puntos
dentro y en los alrededores de Bani Walid para facilitar el avance
de los alzados, una estrategia similar utilizada en la costera
Sirte.
De hecho, los reportes apuntan que en Sirte, ciudad natal de El
Gadafi en la costa del Mediterráneo, prosiguen hasta ahora sin
éxito- negociaciones entre rebeldes y jefes tribales locales para
tratar de que se rindan y evitar más derramamiento de sangre.
En medio de esa situación de inestabilidad, con un país en guerra
y sin gobernantes, el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, y el
primer ministro de Gran Bretaña, David Cameron, anunciaron una
visita a Trípoli y posiblemente Benghazi para ratificar su apoyo al
CNT.
El viaje apresurado y sin anuncio previo de Sarkozy y Cameron,
los líderes occidentales más activos en promover la agresión de la
OTAN contra Libia, podría convertirlos en los primeros mandatarios
de esa alianza que llegan a la nación norafricana.
Todo indica que los presidentes francés y británico robarán
protagonismo y primacía al primer ministro de Turquía, Recep Tayyip
Erdogan, quien realiza una gira por Medio Oriente y tiene pensado
llegar en la tarde de este jueves a Libia procedente de Túnez.
Erdogan, cuyo periplo inició el domingo en Egipto, defendió un
rol de liderazgo de Ankara ante los países de la llamada Primavera
Árabe, aprovechando su condición de único país musulmán europeo.
Con todo, comentaristas locales dan por sentado que Sarkozy y
Cameron tendrán una bienvenida insuperable, dada la gratitud que el
CNT les profesa con gratifis en calles de Benghazi y Trípoli
incluidos- por la ayuda para rebelarse contra el gobierno de El
Gadafi.
Por lo pronto, Estados Unidos envió a esta capital al
subsecretario de Estado para asuntos del Cercano Oriente, Jeffrey
Feltman, quien dialogó el miércoles con líderes del CNT, incluido su
jefe Mustafa Abdul Jalil, para trasmitirle un apoyo tácito.