Lograr una visión coherente propia de estos tiempos sobre la
infancia, adolescencia y juventud, constituye una de las premisas
del Centro Cubano de la Asociación Internacional de Teatro para
Niños y Jóvenes (Assitej).
"Cuando hoy pensamos en el niño, en ocasiones lo hacemos con un
pensamiento abstracto, propio del siglo XVIII, y nos olvidamos que
en ese sector poblacional existen diferentes segmentos y etapas.
Entender esto resulta de vital importancia para el arte y la
comunicación", indicó la dramaturga e investigadora Esther Suárez.
Durante un encuentro con la prensa, durante el cual ofreció
detalles sobre el trabajo de Assitej, la presidenta de esta entidad
dijo que actualmente Cuba cuenta con teatro para niños, en algunos
casos de alta calidad, no así para los adolescentes, donde esta
especialidad del arte escénico resulta omnipresente.
En el caso de los jóvenes, precisó Suárez, muchas veces las
puestas en escena no están bien definidas, a pesar de tocar aristas
interesantes de un problema, porque se pierden en la frontera de la
creación artística dirigida a los adultos.
Por ello, y sin caer en divisiones inútiles, este centro pretende
ser el canal para definir y coordinar perspectivas de trabajo mucho
más complejas y amplias, pero sobre todo para la superación del
teatro destinado a niños y jóvenes, agregó.
La también crítica teatral aseguró que hoy el teatro
contemporáneo cubano se encuentra en un buen momento y en una etapa
de desarrollo importante, de ahí que Assitej resulte un eslabón
fundamental para lograr un salto verdadero en ese campo del trabajo
artístico, a partir de esfuerzos conjuntos.
Tras varios años de ausencia de "la familia de Assitej", el
pasado día 1 un grupo de reconocidos teatristas de la isla
reanimaron el centro cubano de esta organización, fundada en 1965
con el fin de suscitar un mayor interés en niños y jóvenes hacia las
artes, las tradiciones culturales, y en especial la cultura del
teatro.
En 1976 Cuba se integra a esa institución, siendo sede de un
congreso en 1993. Las difíciles condiciones económicas de años
posteriores al evento desarticularon la labor de la isla, y por ende
fuerzan su salida de Assitej, informó Prensa Latina.