Phil Horowitz, abogado de
René González, uno de los
cinco antiterroristas cubanos prisioneros en Estados Unidos,
afirmó que imponerle un período adicional al término de su condena
es un castigo, publicó The Washington Post.
Al cumplirse 13 años del encarcelamiento en penitenciarías
federales estadounidenses de González,
Antonio Guerrero,
Fernando González,
Gerardo Hernández y
Ramón Labañino, arrestados en Miami el 12 de
septiembre de 1998, el diario divulgó un extenso artículo sobre el
caso, reporta Prensa Latina.
En el texto aparecido en la sección Nacional del sitio digital
del rotativo, se explica que René González quiere regresar de
inmediato a Cuba después de salir de prisión el próximo mes, cuando
cumple su condena de 15 años.
Empero, el periódico sostiene que los fiscales federales insisten
en que debe servir un período adicional de tres años de libertad
condicional en Estados Unidos.
Su abogado, sin embargo, señaló el lunes que pidió a la jueza de
distrito Joan Lenard que por razones humanitarias debe permitir que
su cliente sea enviado a Cuba, porque no tiene familiares cercanos
en territorio estadounidense.
Horowitz señaló, de acuerdo con el artículo, que la esposa de
González no puede obtener una visa para visitarlo en Estados Unidos
y que sus dos hijas y los padres también viven en la nación
antillana.
En nuestra opinión ese es un período adicional de tres años de
castigo, puntualizó.
La publicación considera que René quien tiene doble ciudadanía,
de Estados Unidos y Cuba, saldrá el 7 de octubre de una prisión
federal de Marianna, Florida.
Según el Post, para los fiscales no hay justificación legal para
que González regrese antes de completar los tres años de libertad
condicional.
La modificación busca esencialmente terminar y eliminar la
libertad condicional antes de haber comenzado, dijo en documentos
judiciales el asistente de la fiscal Caroline Heck Miller, citado
por el Post.
Más adelante el artículo enfatiza que no hay calendario para que
Lenard tome una decisión.
El abogado Horowitz manifestó que Irma Sehwerert, madre de René
González, ha expresado en Cuba la preocupación de que su hijo puede
estar en peligro si se le obliga a pasar el tiempo de libertad
vigilada en Miami.
En esa ciudad hay miles de exiliados cubanos que son
virulentamente opuestos al gobierno cubano, recuerda el diario.
Durante el juicio testificaron oficiales del Pentágono como
Eugene Carroll, contralmirante retirado de la Marina de Guerra;
Edward Breed Atkeson, general del Ejército; Charles Elliot Wilhelm,
general del cuerpo de infantes de Marina, y James R. Clapper, hijo,
teniente general de la Fuerza Aérea.
Todos afirmaron en la audiencia que ninguno de los acusados tuvo
acceso a información clasificada ni puso en riesgo la seguridad
nacional estadounidense.
No obstante, The Washington Post insiste en que González y los
otros cuatro hombres conocidos como los Cinco Cubanos fueron
condenados en 2001 por tratar de infiltrarse en instalaciones
militares de Estados Unidos en el sur de Florida.
En otra parte, el diario acota que
Los Cinco son aclamados como héroes en Cuba y ofrece
elementos sobre revelaciones de que Estados Unidos pagó miles de
dólares a periodistas en perjuicio de los acusados, mientras el
proceso estaba en curso.
Es una idea que realmente parece ser la antítesis del concepto de
un juicio justo, dijo William Norris, quien representa a Ramón
Labañino.
Lo que se hizo fue echar gasolina al fuego con una campaña de
propaganda que supera el concepto de debido proceso, destaca el
periódico.
Sobre esta publicación en The Washington Post, Gloria La Riva,
coordinadora del Comité Nacional Free The Five, comentó a Prensa
Latina que usaron información de la conferencia de prensa realizada
el 12 de septiembre pasado.
La prensa estadounidense guarda un silencio casi infranqueable
respecto a este caso, así que más allá de los enfoques, el artículo
es muy bueno, lo mejor en mucho tiempo, apuntó La Riva.
Identificados por la solidaridad internacional como los Cinco,
los luchadores antiterroristas advirtieron a su país de los planes
criminales fraguados por grupos extremistas de origen cubano con
base en el sur de la Florida.