¿Sembrar o segar virtudes?
ALFONSO NACIANCENO
alfonso.gng@granma.cip.cu
El Parque Lenin, como otros lugares al aire libre del país,
ofrece al visitante una saludable opción el año entero. No porque
finalice este verano pierde sus encantos ese oasis de intenso
verdor, cultivado para el disfrute de la familia.
Estos
pequeñines esperan de sus padres el mejor ejemplo.
Más allá de pasar allí una mañana —o quizá permanecer hasta el
atardecer— a la sombra de sus árboles, compartiendo el olor de la
yerba recién segada mientras se agolpan una tras otra las anécdotas,
los benjamines prefieren liberar sus energías en el Parque Temático
Mariposa, entre las sillas voladoras, los delfines, la estrella, los
elefantes...
RESPETAR ES EDUCAR
El pasado domingo, mientras junto a mi pequeña de seis años de
edad hacía la cola para comprar los boletos, delante de nosotros un
hombre intentó persuadir a la cajera para que le aceptara el pago en
CUC, cuando la propia población ha reclamado (y así lo explican los
carteles existentes en los puntos de venta) que solo se acepta la
moneda nacional.
Ante la invariable postura de la trabajadora, aquel visitante,
tras intentar varias veces convencerla, partió molesto,
gesticulando, mientras lanzaba cualquier cantidad de improperios.
Todo ello mientras tiraba del brazo de su varoncito, visiblemente
asustado.
Cerca de allí, una persona le hizo el favor de cambiarle un par
de CUC, y a su retorno a la cola, una madre que estaba a punto de
comprar sus tiquets y había presenciado el incidente, le ofreció la
oportunidad de adquirir las papeletas. Cuál no sería la sorpresa de
aquel hombre al constatar que, la misma compañera a la que maltrató
minutos antes, lo atendió con una desenfadada sonrisa mientras le
vendía los boletos.
Quienes toman el atajo de la trampa, pensando que los menores no
se percatan de ello, obvian que los niños captan todo a su alrededor
e imitan a sus padres. Ir al encuentro de la naturaleza, alejados
del céntrico bullicio capitalino, es una de las apreciables
oportunidades de educar mientras jugamos con nuestros hijos, una
razón para contribuir a fundar en ellos hábitos de solidaridad y
respeto.
MÁS
FÁCIL es NO HACER COLA
Durante estas vacaciones, es natural ver ómnibus repletos de
excursionistas alegres por pasar el día en el Parque Lenin,
relajados en sus amplios espacios custodiados por la floresta, o
degustando las distintas ofertas en moneda nacional, una buena parte
a precios asequibles.
El área Mariposa tiene equipos atractivos, que propician fuertes
emociones, como las sillas voladoras o los delfines, y es lógico que
para montarlos haya siempre una considerable cantidad de público.
Pero, para algunos, resulta más fácil pretender sobornar con dinero
al operador del aparato y colarse, mejor que adquirir el boleto en
el punto de venta y esperar su turno en la fila. En no pocas
ocasiones son los padres los mentores de esa práctica, sin faltar
los persuadidos de que, si su hijo se cuela, entonces... "es un
bicho".
Y he aquí una contradicción. Denunciamos la venta ilícita de
tiquets, sin embargo, al mismo tiempo hay quienes quieren
comprárselos a los operadores de los equipos, que deben de romperlos
en el momento de recibirlos por vez primera.
¿Acaso no escuchamos que por el audio local repiten con
regularidad el deber de acudir a los puntos de venta para acceder a
los boletos? Ese reclamo a la población tiene como fin preservar sus
derechos y la calidad del trabajo de ese colectivo, pero, algunos
con oídos sordos, son fieles seguidores de la filosofía de "ande yo
caliente", sin respetar a los demás.
Si todos ponemos de nuestra parte para disfrutar en armonía de
sitios como el Parque Lenin (condición válida respecto a cualquier
otro lugar público) y mantenemos limpias sus áreas, las vacaciones
serán más placenteras. Si rompemos o maltratamos, mañana tendremos
menos. |