Estudiantes y trabajadores chilenos colmaron hoy la Alameda de
Santiago y varias de sus calles aledañas en el contexto del segundo
paro nacional contra el modelo neoliberal heredado del pinochetismo.
Vayamos a la Asamblea Constituyente, rezaba un enorme cartel que
cubría varios metros de la céntrica avenida de los santiaguinos,
reporta Prensa Latina.
Nueva Constitución Política, Es ahora o nunca, Chile debe ser
distinto, Lucho por mis hijos, decían otros mensajes que inundaron
junto a banderas chilenas y mapuches la ciudad.
Lo cierto es que en imponente demostración, miles de capitalinos
le reiteraron al mundo que quieren educación pública y gratuita, el
cobre para los chilenos y plebiscito para que el pueblo hable,
participe y decida.
Hasta el propio presidente de la Central Unitaria de
Trabajadores, Arturo Martínez, admitió no poder dar una cifra de la
cantidad de participantes en la protesta.
Lo importante es saber que las calles de Santiago están llenas,
destacó el dirigente sindical.
Esto es grandioso, es la prueba de que no queremos más peloteos;
no confiamos en los congresistas, dijo a Prensa Latina una
manifestante que marchaba acompañada de sus hijos.
Esta agencia comprobó el carácter pacífico de la marcha, donde
confluyeron personas de todas las edades, mayoritariamente jóvenes.
Sin embargo, en el cierre de la protesta medios periodísticos
locales denunciaron actos represivos por parte de la policía de
Carabineros con carros lanza agua y gases lacrimógenos.
De acuerdo con emisoras, como Radio Universidad de Chile, grupos
de encapuchados intentaron al final de la movilización ocasionar
desórdenes y fueron repelidos por los propios manifestantes, lo que
no justificaba la arremetida policial contra la multitud que se
expresaba en forma pacífica.
Carabineros ha actuado de manera violenta con balines de goma
lanzados a no más de cinco metros de distancia contra los
estudiantes, había denunciado hoy en su cuenta en Twitter Camila
Vallejo, portavoz del movimiento universitario.
La líder juvenil daba cuenta además de varios compañeros heridos,
algunos también como consecuencia del lanzamiento de bombas
lacrimógenas.
Chile vive un estallido de movilizaciones sociales en rechazo al
sistema neoliberal, contexto en el que se ubica la primera huelga
nacional de los trabajadores del país suramericano contra el
gobierno de Sebastián Piñera.