Luces en la recuperación cafetalera

JORGE LUIS MERENCIO CAUTÍN

Si compartimos el criterio de que la vejez de las plantaciones constituye una de las causas principales en la caída de la producción cafetalera en Cuba, entonces debemos ver, como una luz esperanzadora en el camino hacia la recuperación de ese cultivo, el trabajo que acomete el municipio de Maisí, en la provincia de Guantánamo para renovar cientos de hectáreas improductivas.

FOTOS DEL AUTORLa UBPC Iraelda Marzo ya sembró las seis hectáreas previstas para el año.

Los maisienses tienen planificado sembrar este año 420 hectáreas, de ellas 414 destinadas a la renovación de viejos cafetales y solo seis a nuevas áreas. La razón es elemental: para qué crecer en áreas si lo más apremiante es sellar las existentes con plantaciones nuevas y productivas.

En esta tarea, la más importante desde el punto de vista económico en que ahora está enfrascado el oriental municipio, participan más de 1 000 trabajadores y cientos de campesinos vinculados a las diferentes formas de producción.

Gracias a esa participación masiva ya se han sembrado más de 390 hectáreas y se agiliza la tarea para aprovechar la humedad reinante y plantar todo lo posible antes de que comience la zafra en septiembre, pues esta última actividad demanda prácticamente de todas las fuerzas del municipio y del apoyo de otros territorios.

Leonel Pelegrín Ortiz, jefe de agrotecnia en la Empresa Municipal Agropecuaria, asegura que desde 1980 no se sembraba esa cantidad de café en Maisí y que aspiran a vencer próximamente el plan comprometido, y así contribuir a la meta de la provincia, ascendente a 1 616 hectáreas.

Explica que en la siembra lograda mucho ha tenido que ver el incremento del precio del café hasta 50 pesos la lata, la producción por la Empresa Agropecuaria de toda la semilla certificada que demanda el municipio, el sustancial crecimiento en el número de viveros (de siete hace dos años a 149 en la actualidad) y la obtención de posturas mediante todas las formas de producción.

Interrogado sobre las variedades que siembran, Leonel expresa que el peso lo tiene la Catimor, aunque también plantan Borbón y Caturra Rojo.

"Son variedades de porte bajo y altos rendimientos. La preferencia la tiene el Catimor, por el mayor tamaño del grano, su aroma y su resistencia a las plagas y enfermedades".

Los mejores resultados, atestigua Leonel, corresponden a las Cooperativas de Crédito y Servicios (CCS), donde nuevos productores se enfrascan en la renovación de los viejos cafetales recibidos.

Comenta que las Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC) también exhiben un buen desempeño, pero aún persisten reservas entre los viejos campesinos para renovar a fondo sus plantaciones.

Alberto Fernández Marzo, administrador de la UBPC Iraelda Marzo, asegura que su colectivo ya cumplió con la siembra de las seis hectáreas previstas para el año y que junto a esta tarea emprenden otra también de capital importancia: la resiembra, mediante la cual se corrigen las fallas de posturas y se sella toda el área.

Este municipio, cuyo título de máximo productor de café en el país (junto a Tercer Frente, en Santiago de Cuba) se viene empañando hace años por los pésimos resultados de las cosechas, ya ha resembrado 801 hectáreas de 780 planificadas para el 2011.

En este año ambas tareas han sido favorecidas con la aplicación de fertilizante químico, el cual se suministra también a la mezcla de tierra con materia orgánica con que se llenan los bolsos en los viveros, lo que favorece el desarrollo de las posturas.

Como vemos son dos actividades básicas para la recuperación de la producción, en las cuales Maisí presenta resultados alentadores, pero no basta con ellos, hay que continuar sembrando y resembrando para que el territorio rescate su potencial productivo.

 

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