MOSCÚ, 23 agosto.— La Cancillería rusa denunció hoy los intentos
de intromisión en los asuntos internos de Siria con una resolución
del Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU que considera busca
desplazar a un gobierno legítimo.
La delegación rusa en Ginebra, junto a la de China, estuvo entre
las cuatro que se opusieron a una resolución presentada en el CDH
por Polonia, con el respaldo de una veintena de países, los cuales
critican la situación humanitaria siria, señala.
Medios de prensa locales recuerdan que durante la ola de
disturbios en países de África del norte y el Medio Oriente (Túnez,
Egipto, Jordania, Bahrein, Omán, Arabia Saudita y Libia, entre
otros), se conoció sobre los planes de Occidente para incentivar el
desorden.
Fuentes de inteligencia aquí revelaron entonces que varios
dirigentes opositores viajaron a Londres para recibir preparación
especial sobre empleo de las redes sociales y otros conocimientos
para organizar desórdenes, una versión que Occidente nunca
reconoció.
Rusia rechaza el empleo de mecanismos de defensa de los derechos
humanos para una intromisión en asuntos internos y alcanzar
objetivos políticos, violatorios del derecho internacional y la
Carta de la ONU, que defiende la soberanía e integridad territorial
de los estados.
Al mismo tiempo, Moscú lamenta el carácter politizado y
unilateral de la resolución polaca, la cual de ninguna forma toma en
cuenta los más recientes pasos dados por Damasco para normalizar la
situación en el país mesoriental y entablar un diálogo nacional.
De igual forma, Rusia considera que el documento debatido en
Ginebra sólo culpa de lo ocurrido en Siria a una de las partes del
diferendo, es decir, el ejecutivo.
A diferencia del caso de Libia, el Kremlin se opone a la
aprobación de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU,
tras la experiencia de los bombardeos efectuados por la alianza
atlántica en el país norafricano, bajo el pretexto de proteger a la
población.