El activista social indio Anna Hazare inició hoy su octavo día de
huelga de hambre con varios kilos de menos, pero decidido a mantener
su protesta hasta que el gobierno promulgue una fuerte ley contra la
corrupción, informó Prensa Latina.
Anna-ji (el señor Anna) ha perdido alrededor de cinco kilos y
medio, pero se siente bien, reportó Manish Sisodia, uno de los
miembros de su equipo. Su presión arterial es de 124 con 82 y la
frecuencia del pulso es de 84, precisó.
Ayer se informó que Hazare presentaba trazas de cetona en sangre
y orina, pero los médicos que lo acompañan solo mostraron una
preocupación relativa en tanto se trata de una reacción natural del
cuerpo humano cuando se le somete a un prolongado ayuno.
Los médicos están pendientes de él y de momento no consideran
necesario hospitalizarlo. Su condición de salud es estable, indicó
Sisodia.
Con 74 años, pequeña estatura y un peso habitual cercano a los 70
kilos, el luchador social ha señalado en más de una ocasión que está
dispuesto a llevar su huelga de hambre hasta las últimas
consecuencias.
Energizado por los miles de ciudadanos que siguen acompañando en
una céntrica plaza de Nueva Delhi, Hazare dio hasta el 30 de agosto
para que el gobierno sancione una legislación a la medida de los
deseos de la sociedad civil.
Su octavo día de ayuno comenzó con sus seguidores entonando
bhajans (himnos piadosos) y canciones patrióticas. Una ligera lluvia
caída en las primeras horas de la mañana ni siquiera los movió de su
sitio.
Seguidor de las doctrinas de Mohandas Gandhi, Hazare encabeza una
campaña nacional en demanda de que una planeada oficina
anticorrupción pueda juzgar a cualquier ciudadano sospechoso de
prácticas fraudulentas sin importar cargo, rango o condición social.
El proyecto de ley propuesto por el gobierno deja fuera de su
alcance al primer ministro y a los miembros del gabinete, del
Parlamento y del Poder Judicial, entre otras figuras públicas.