El gobierno boliviano y la embajada de Estados Unidos en La Paz
se reunirán hoy para debatir sobre las llamadas telefónicas de esa
misión a dirigentes de una marcha indígena.
El ministro de la Presidencia, Carlos Romero, anunció a la prensa
que sostendrá el encuentro con el encargado de negocios de esa
nación en Bolivia, John S. Creamer, quien presentará un informe de
las llamadas a algunas de las personas implicadas en la movilización
en protesta a la construcción de una vía interdepartamental.
Romero manifestó que espera que la reunión sea esclarecedora,
pues de comprobarse la existencia de intereses políticos e
injerencia externa en la marcha, el escenario sería más complejo.
Igualmente insistió en la importancia de dilucidar los móviles,
ya que después de haber recorrido 96 kilómetros, los marchistas
presentaron todo un pliego demandas que apuntan a boicotear el
funcionamiento del Estado boliviano y que van más allá del argumento
inicial de daños al medio ambiente.
Pareciera que la oposición a la carretera era un pretexto en el
que se esconden intereses foráneos, opinó al tiempo que ratificó la
voluntad del gobierno a dialogar.
Recientemente, el presidente Evo Morales expuso ante los medios
estatales de comunicación pruebas sobre llamadas telefónicas que
evidencian el contacto de funcionarios de la misión estadounidense y
dirigentes de la caminata.
Sobre el tema, el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, descartó
la víspera que el Estado haya intervenido teléfonos para probar
dichos vínculos, sino que pidió con una orden fiscal la relación de
las llamadas telefónicas.
Llorenti opinó que no se trata de alguna casualidad, pues se
denunció con anterioridad la existencia de injerencia y otros
móviles en la marcha que rechaza la construcción del tramo II de la
carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, además de otras
demandas.
El funcionario aseveró que la solicitud del registro de llamadas
fue presentada en cumplimiento de todos los procedimientos legales,
en el marco de las responsabilidades en resguardo de la seguridad
del Estado.
El gobierno boliviano llamó a agotar todas las posibilidades de
diálogo con quienes se oponen a la construcción de la vía que unirá
el occidente y el oriente del país, por alegar daños al medio
ambiente, señaló Prensa Latina.
En ese sentido, manifestó la disposición a escuchar alternativas
del trazo de la carretera entre Villa Tunari (Cochabamba) y San
Ignacio de Moxos (Beni) que traerá desarrollo y progreso a las
comunidades, la mayoría de las cuales demandan el viejo proyecto.