El presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT),
Arturo Martínez, ratificó el respaldo a la movilización por más de
80 organizaciones sociales, además del ya hecho público por un
amplio conglomerado de partidos opositores.
Convocada por la CUT desde el pasado 1ro. de mayo, la
manifestación del miércoles y jueves próximos demandará la
derogación de la Constitución que rige en el país, impuesta por el
régimen militar de Augusto Pinochet (1973-1990).
Los manifestantes, en una nueva demostración de la escalada de la
protesta social en Chile, clamarán además por una reforma nacional
tributaria que encare la desigualdad y por el establecimiento del
plebiscito como método para resolver los grandes problemas del país
y encauzar la voluntad popular.
La exigencia de una educación pública y gratuita con el papel
garante del Estado y el fin del lucro en la enseñanza estarán
también presentes entre los principales reclamos durante la
paralización, a la que se sumaron desde los primeros momentos las
federaciones estudiantiles y el gremio magisterial.
El martes en la noche se dará la arrancada al paro con un
"cacerolazo por la igualdad social"; mientras que el 24 se
paralizarán todas las actividades laborales, incluidos el transporte
colectivo y el comercio.