Kansas, en Missouri, impuso un toque de queda en un intento por
controlar la violencia juvenil, y se convirtió en la segunda urbe
estadounidense que debió aplicar este mes la medida luego de
Philadelphia, en Pennsylvania.
En este país tales legislaciones drásticas no se convertían en
titulares desde los años 80 del siglo pasado cuando algunos pequeños
pueblos del sur tuvieron que lidiar también con un incremento en los
grupos pandilleros, reportó Prensa Latina.
La normativa, aprobada por el Consejo Citadino y el Departamento
Policial de Kansas City, estipula que a partir de las nueve de la
noche todo menor de 17 años que se atrape deambulando por cinco
áreas urbanas específicas será arrestado y pagará 500 dólares de
multa.
El alcalde Sly James defendió la reglamentación luego de un
incidente ocurrido el fin de semana cuando tres jóvenes fueron
heridos por impactos de balas en las cercanías del Country Club
Plaza, un conocido sitio de esparcimiento, reseñó el diario Kansas
City Star.
Sociólogos norteamericanos alertaron sobre una nueva forma de
vandalismo que llaman flash-mob (turbas instantáneas), donde docenas
de personas se ponen de acuerdo a través de medios electrónicos para
reunirse repentinamente en un sitio determinado.
En el transcurso de este verano, grandes grupos de jóvenes
irrumpieron y en muchas ocasiones robaron espontáneamente tiendas,
farmacias y gasolineras en Minneapolis, Chicago, Cleveland, New York
y Washington, entre otras ciudades.
El más reciente caso de flash-mob fue ampliamente reportado desde
Maryland por la cadena CBS News, la televisora CNN, y otros medios
de prensa.
En un video difundido este viernes se aprecia como 28 jóvenes
invaden súbitamente una licorería a la 01:36 de la madrugada (hora
local), vacían la mayoría de los estantes y se marchan con la
mercancía (cervezas, cigarros, dulces) en solo 60 segundos.
Patrulleros del condado Montgomery admitieron que se trata de un
delito muy difícil de enfrentar sobre todo por la rapidez de la
operación y la complejidad a la hora de identificar a los culpables.
La ciudad de Philadelphia, cuna de la Constitución de Estados
Unidos, también se vio obligada a decretar hace dos semanas un toque
de queda a partir de las nueve de la noche de viernes y sábados para
menores de 18 años en los barrios de Center City y University.
Estos flash-mob se transformaron y los chicos usan los medios de
comunicación para reunirse y delinquir. Comenzó como un
entretenimiento, pero el asunto ya es grave. Peligro es la palabra
urgente, comentó un forista en el sitio digital de la cadena
conservadora ABC News.