WASHINGTON.—
Documentos secretos recientemente divulgados revelan que las
autoridades estadounidenses autorizaron el uso de napalm contra
blancos militares y para proteger el área destinada al desembarco de
la invasión a Bahía de Cochinos, que culminó hace poco más de 50
años con la primera derrota del imperialismo en América
También los documentos pusieron al descubierto cómo un operador
de la CIA disparó por error contra sus propios pilotos durante la
agresión que pretendió derrocar a la Revolución cubana.
Estados Unidos divulgó anteriormente, este mes todos menos uno de
los cinco tomos secretos, que contienen la versión oficial de la CIA
del fallido ataque contra el gobierno liderado por Fidel Castro,
según reportó AP. La divulgación obedeció a la demanda judicial
presentada en abril pasado por el Archivo de Seguridad Nacional, una
entidad independiente que este lunes divulgó más documentos
recuperados.
En un principio, las autoridades titubearon sobre el uso del
napalm porque "causaría preocupación e indignación en el público",
indicó uno de los expedientes. Pero al segundo día de combate, esa
idea había sido echada por la borda "a favor de cualquier cosa que
pudiera revertir la situación en Cuba a favor de las fuerzas de la
brigada" mercenaria.
Pocos años después, la utilización de napalm caracterizó la
escalada norteamericana contra el pueblo vietnamita, al que infligió
graves daños en la población civil. El mundo se escandalizó con las
imágenes de niños, ancianos y mujeres quemados por el criminal
bombardeo de napalm y la rociadura de fósforo blanco.
Los aviones B-26 tripulados por los exiliados cubanos fueron
disfrazados para que parecieran naves militares de Cuba, pero el
engaño funcionó incluso para los agresores.
El operador, Grayston Lynch, recordó haber disparado a los
aviones desde su buque cerca de la costa cubana. Dijo que les
advirtió a los pilotos exiliados "permanecer alejados de nosotros,
porque no podíamos diferenciarlos de los aviones de Castro". Señaló
que los bombarderos B-26 no atendieron sus advertencias. "Terminamos
disparándoles a dos o tres de ellos", agregó.