CIRCUBA 2011

Excelencia y emociones

Vietnam y China compartieron el Grand Prix. Más de 35 000 espectadores en una semana. Sigue el circo en el verano

TONI PIÑERA

Los jóvenes del dúo Hermanos Giang (Vietnam), que desataron las emociones en todas las presentaciones en un número de mano a mano, donde se reunieron fuerza física, elegancia y destreza, junto con las ágiles y talentosas niñas del Fuyong Acrobatics Art Troupe (China), se alzaron el domingo con el Grand Prix de la décima edición del Festival Internacional CIRCUBA 2011, que transcurrió en el teatro Karl Marx, las carpas Azul y Trompoloco, el cine Astral y en el cabaret Parisién del Hotel Nacional.

El dúo vietnamita se adjudicó, además, el codiciado Premio de la Popularidad —que otorga el público con sus votos—, así como el de la Maestría Artística, que entrega la Escuela de Circo Charibari de España, entre otros lauros.

Foto: Nancy ReyesDúo vietnamita de los Hermanos Giang.

Durante la ceremonia de clausura, celebrada en el teatro Karl Marx, un poco dispersa en cuanto a la entrega de premios, el jurado oficial de CIRCUBA 2011, presidido por Genis Matabosch (España) e integrado por personalidades del circo de Vietnam, China, Estados Unidos y Cuba, decidió otorgar el Primer Premio a Barras rusas y el segundo a Barras Fijas con Ranca, ambos de Compañía Havana (Cuba), así como el tercero al número de acrobacia aérea del Circo Estatal de Vietnam. El galardón de Actuación Masculina fue para el dúo salvadoreño Hermanos Rodríguez, por la agilidad y precisión de un número de acrobacia en icarios que será largamente recordado, mientras que el de Actuación Femenina se lo llevó Mienh Mie, del Fuyong Acrobatics Art Troupe (China), por su singular ejercicio de Acrobacia sobre Taburetes.

El malabarista mexicano Kevin Flores, quien desde el primer día cautivó al auditorio por una actuación muy completa, alcanzó el Premio de la Crítica e Imagen, otorgado por un jurado presidido por el célebre actor brasileño Marcos Frota (Mujeres de arena) e integrado por otros expertos de España, Perú, Chile y Cuba. Mientras que Los Diverticlown de Cuba obtuvieron el primer Premio del 4to. Concurso Internacional de Payasos Erdwin Fernández in Memóriam. El segundo recayó, ex aequo, en Pipelone (Colombia) y Parrampín (México), y el tercero en la payasa Maraca (Cuba). Este jurado fue presidido por Nilda Collado, e integrado por otros especialistas de Chile, México, Rusia y España.

No caben dudas de que estos días calurosos del verano —las carpas alcanzaron altas temperaturas, físicas y de emociones— "regados" por el arte circense, subrayaron nuevamente la importancia de un Festival que durante la década de los años 80 alcanzó un brillo particular en esta área del planeta y que luego, por disímiles razones, palideció en nuestro amplio panorama cultural, a pesar de que el circo tiene uno de los primeros lugares en la preferencia del cubano. Con el esfuerzo mancomunado del Circo Nacional de Cuba, el Consejo Nacional de las Artes Escénicas y otras instituciones, poco a poco, y desde hace tres años, ha vuelto a cobrar la fuerza de entonces. Esta última edición, con más de 100 artistas participantes llegados de 14 países de cuatro continentes, muestra los resultados del arduo trabajo realizado.

La capacidad, entrega, carisma y el buen hacer de los artistas nuestros están comprobados. En las pistas de las carpas, el auditorio aplaudió hasta el delirio el talento, versatilidad y fuerza de los artistas participantes, pero también reconoció los nuevos aires que cruzan por este arte milenario. Más allá de la espectacularidad, perfección y carisma que presentan en el arte circense los artistas asiáticos —fuera de liga en estas lídes—, algunos artistas mostraron la teatralidad y el buen gusto estético de los nuevos conceptos que de otras artes se suman al circo, como el caso del trío de los artistas de la troupe Markin (compañía estatal del Rosgocirk, Rusia) con su Homenaje a Fellini, donde aunaron lirismo, humor y talento para una entrega de alta calidad.

Por estos caminos se pudieran mencionar el dúo de telas aéreas de la compañía Unicornio (Brasil), el malabarista de diábolos Alejandro Ramírez, y el dúo de bambú aéreo, ambos de México, la norteamericana Shayna Swanson, entre otros, dejaron una estela de buen gusto unida a la contemporaneidad. Más de 35 mil espectadores sumó, en una semana, el CIRCUBA 2011, lo que demuestra la pasión del público cubano por esta disciplina artística. Según trascendió, dado el éxito del Festival, se mantendrán las funciones, de miércoles a domingo, la próxima semana en la carpa Trompoloco y el teatro Karl Marx con Ecos del Circuba, para seguir entregando la magia y las emociones en este verano.

 

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