Nepal se encuentra hoy abocado a una crisis política de
imprevisible desenlace tras la renuncia del primer ministro
Jhalanath Khanal en la noche del domingo, reportó Prensa Latina.
Las importantes tareas de completar el proceso de paz y redactar
una nueva Constitución no han progresado como se deseaba, señaló en
un comunicado la oficina de Khanal al fundamentar su dimisión, hecha
efectiva ante el presidente Rambaran Yadav.
El primer ministro renunció con el objetivo de abrir el camino
hacia un gobierno de consenso nacional y de expeditar el proceso de
paz y de la (redacción de) la Constitución, explicó el documento.
Elegido para el cargo por el Parlamento en febrero último, Khanal
venía resistiendo fuertes presiones para que renunciara, en especial
de parte del Partido del Congreso, bajo la acusación de incumplir
sus promesas de promover el proceso de paz que acabó con años de
combates en la pequeña nación del Himalaya.
Uno de sus fallidos empeños fue la integración al Ejército de
miles de guerrilleros maoístas que en el 2006 abandonaron las armas
para incursionar en la política y aún viven en campamentos sin saber
cuál será su futuro.
Por otra parte, su administración fue incapaz de dar curso a la
redacción de una nueva Constitución pese a varios aplazamientos de
la fecha límite.
Casi desde el mismo día de su asunción Khanal estuvo acosado no
solo por la oposición, sino también por su principal aliado en el
gobierno el Partido Comunista de Nepal (Maoísta) e incluso por la
propia organización a la que representa, el Partido Comunista de
Nepal (Unificado Marxista-Leninista).
Reubicación de los guerrilleros maoístas aparte, las fricciones
entre las fuerzas integrantes de la hasta ahora gobernante coalición
se debían a la distribución de algunos puestos ministeriales.
En medio de la confusión generada por el actual vacío de poder,
la gran duda es qué institución se encargará de formar nuevo
gobierno, pues ningún partido tiene en el Parlamento la mayoría
requerida para decidirlo por sí solo, y las probabilidades de
conseguirlo mediante consenso parecen bastante remotas.
Nepal lleva inmerso en una crisis política desde 2009, cuando el
primer ministro maoísta Pushpa Kamal Dahal (Prachanda) dimitió ante
la decisión del presidente Yadav de revocar la destitución del jefe
del Estado Mayor del Ejército.