El gobierno boliviano insiste en dialogar con representantes de
las comunidades del Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro
Sécure (Tipnis), pese a la marcha que anunciaron para hoy en contra
de una futura vía interdepartamental, informó Prensa Latina.
Al respecto, el ministro de la Presidencia, Carlos Romero,
calificó la víspera de sin sentido e injustificada la movilización
arguyendo posibles daños al hábitat y en desacuerdo con la ejecución
del tramo II de una ruta que facilitará la comunicación entre los
departamentos de Beni y Cochabamba.
Romero resaltó la importancia de conversar a fin de
compatibilizar intereses y de realizar el estudio del impacto
ambiental de la obra con la colaboración de las comunidades.
También las instó a no dejarse manipular por algunos sectores
interesados en generar movilizaciones injustificadas en el país.
Antes los gobiernos eran sordos y ciegos frente a la realidad y
las demandas de los indígenas, contrario a lo que sucede ahora
cuando están entre los más beneficiados con las políticas
implementadas, explicó.
Por su parte, el ministro de Obras Públicas, Walter Delgadillo,
apuntó que desde hace tiempo el gobierno trabaja intensamente para
abrir espacios de consulta, por consideró falso que los dirigentes
digan que no fueron convocados a tiempo.
Delgadillo reiteró que las autoridades han abierto todas las
puertas al mecanismo del diálogo, pero que no son admitidas por
algunas comunidades.
Denunció la depredación en el Tipnis, principalmente por parte de
madereros y de comerciantes ilegales de recursos naturales.
En ese sentido, opinó que la construcción de la carretera es una
buena manera de conservar y proteger el parque, aumentando la
presencia estatal y fortaleciendo el papel de las organizaciones
originarias y de las comunidades.
No existe contradicción alguna entre los objetivos de desarrollo
nacional y las aspiraciones indígenas, por lo que es posible
encontrar alternativas convergentes.
Según datos oficiales, los tramos I y III de la carretera ya
tienen licencia ambiental.
La vía, de un total de 300 kilómetros, vinculará la producción
campesina de la Amazonia con los valles y el Altiplano.