La
India celebró este lunes el 64 aniversario de su independencia
forzada a solucionar varios problemas que amenazan la estabilidad
económica, política y social del país, incluidos los de la
corrupción, las guerrillas y la inflación.
El discurso del primer ministro, Manmohan Singh, con motivo de la
fecha desde el emblemático Fuerte Rojo de Nueva Delhi traslució la
preocupación del gobierno por esos temas, aunque de cierto modo dio
pie a las críticas de la oposición en el sentido de que, amén de
preocuparse, hay que ocuparse, reporta Prensa Latina.
Singh admitió que las dimensiones de la corrupción en la India
son tales que pudieran comprometer el desarrollo del país y aseguró
que el gobierno está tomando las medidas más estrictas posibles para
combatirla.
Tras instar a los partidos políticos y a la sociedad a marchar
hombro con hombro contra ese flagelo, señaló que su administración
ha presentado y presentará en el Parlamento varias normativas
enfiladas a resolver el problema.
Empero, no hizo referencias a las críticas que recibe un proyecto
de ley del gobierno sobre la eventual creación de una oficina
anticorrupción, considerado insuficiente por la oposición y la
sociedad civil en tanto no tiene alcance sobre el primer ministro,
los altos magistrados ni los miembros del Parlamento.
Singh reconoció el derecho de los ciudadanos a estar en
desacuerdo con la iniciativa, pero opinó que para protestar no
deberían recurrir a huelgas de hambre, en una indirecta referencia
al ayuno que iniciará mañana el activista social Anna Hazare.
Aquellos que no están de acuerdo con el proyecto de ley pueden
expresar sus opiniones ante el Parlamento, los partidos políticos e
incluso la prensa, pero creo que no deberían recurrir al ayuno hasta
la muerte, señaló.
Sobre el también sensible tema del terrorismo, apuntó que los
ataques a Mumbai el pasado 13 de julio, causantes de 27 muertes y
más de un centenar de heridos, nos advierten que no podemos cometer
ningún desliz en la vigilancia.
Los servicios de seguridad indios vienen recibiendo numerosas
críticas porque a más de un mes del triple atentado con bomba en la
capital financiera del país, aún no han identificado a los
responsables del hecho ni parecen tener una pista firma para
conseguirlo.
Al referirse a las guerrillas naxalitas (así denominadas por la
aldea bengalí de Naxalbari, donde nacieron en 1967), el primer
ministro afirmó que se están tomando todas las medidas posibles para
superar ese reto.
Muy activas en el llamado cinturón rojo (centro y este del país),
el movimiento cuenta con un alto apoyo de sectores de la población
tribal históricamente discriminados a los que promete realizar una
revolución agraria.
Queremos erradicar las razones que dan lugar a este problema,
dijo Singh en referencia a los planes de desarrollo iniciados por el
gobierno en las zonas bajo acoso de la guerrilla.
Foto 2: El primer ministro indio, Manmohan Singh (centro),
inspeccionó la guardia de honor en el Fuerte Rojo en Nueva Delhi,
India. Foto: EFE