El presidente estadounidense, Barack Obama, inicia este lunes una
contraofensiva política para tratar de recuperar el terreno perdido
en los últimos tiempos y para ello escogió hacer una gira en ómnibus
por Minnesota, Iowa e Illinois.
Al parecer Obama pretende, ante todo, bajar el tono a los rumores
que circulan en el centro del país, después de una simbólica
votación en Iowa donde se midieron siete de los aspirantes
republicanos a la presidencia, reporta Prensa Latina.
Michele Bachmann, congresista por Minnesota, al alzarse con el
triunfo en ese pulseo informal dijo que esto fue apenas un mensaje
enviado al presidente para que sepa que tendrá un solo término, al
referirse a sus intenciones de reelección.
Precisamente es Iowa el primer estado realizará la nominación en
la contienda por elegir al rival del actual dignatario en los
comicios que se efectuarán en unos 15 meses.
Para Obama el panorama es complejo. Siente sobre sí la
disminución la pérdida del apoyo de algunos de sus propios
correligionarios.
Pero son fuertes los efectos de una economía en crisis y las
constantes críticas de los aspirantes republicanos a la silla
presidencial en 2012, quienes lo atacan por todos flancos.
En ese contexto los estadounidenses ya comienzan expresar su
cansancio y emiten cada vez peores calificaciones a la gestión del
gobernante.
Un sondeo de la encuestadora Gallup reveló ayer que índice de
aprobación que otorgan a Obama cayó a un nuevo mínimo al situarse en
39 por ciento.
La consultora, que evalúa el desempeño del mandatario de forma
diaria y mensual, indicó que a finales de julio un tanteo similar
ubicó la aprobación del jefe de la Casa Blanca en 40 por ciento.
Los criterios se mueven, justamente, entorno al inestable
panorama económico que tuvo punto clímax en los últimos 90 días en
los debates del Congreso respecto al tema del aumento del techo de
la deuda pública nacional.
Un acuerdo bipartidista que se selló a última hora reflejó las
concesiones de Obama a los republicanos con tal de evitar que el
país llegara al 2 de agosto sin lograr un pacto y que eso
catapultara al país a una moratoria con consecuencias imprevisibles
para el mercado mundial.
En su habitual discurso radiofónico sabatino Obama pidió a los
miembros del Congreso a poner fin a lo que denominó un bloqueo
político en Washington. Una situación que lo ha perseguido desde que
entró a la oficina oval de la mansión Ejecutiva en enero de 2009.