BRUSELAS, 3 agosto.— Líderes de la Eurozona efectuaron hoy
contactos telefónicos y reuniones de emergencia en varias capitales
ante los temores de un contagio de la crisis griega a España e
Italia.
En Madrid, el presidente del gobierno español, José Luis
Rodríguez Zapatero, convocó a un encuentro de urgencia con la
vicepresidenta y ministra de Economía, Elena Salgado, con el
objetivo de analizar los últimos movimientos de los mercados.
Zapatero, quien debió postergar sus vacaciones, conversó por
teléfono, además, con el presidente del Consejo Europeo, Herman Van
Rompuy, con quien coincidió en la necesidad de poner en práctica
cuanto antes el plan de rescate a Grecia para dar confianza a los
mercados.
En Roma, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, instó a
no dejarse llevar por el nerviosismo y aseguró que el país tiene
bases económicas sólidas para hacer frente a los temores de un
contagio de la deuda.
No obstante, Berlusconi admitió que Italia necesita un plan de
acción urgente para reactivar su economía, cuyo crecimiento es casi
nulo.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso,
admitió que la presión de los mercados sobre la deuda española e
italiana es motivo de profunda preocupación.
Sin embargo, dijo, estos acontecimientos son claramente
injustificados si se tienen en cuenta los principios económicos y
presupuestarios de esos dos Estados miembros y los pasos que están
dando para reforzar estos fundamentos.
A juicio de Durao Barroso, quien se encuentra en Portugal, la
Eurozona debe proceder rápidamente a la implementación de todo lo
acordado y enviar un mensaje inequívoco de la determinación de
responder a la crisis de la deuda con los instrumentos que requiere
la gravedad de la situación.