Pinocho y Mowgli

Dos estrenos que estremecen

AMELIA DUARTE DE LA ROSA
amelia@granma.cip.cu

El teatro de títeres nos ha ofrecido durante este período estival las adaptaciones de dos clásicos de la literatura infantil que bien merecen ser destacados: Pinocho, corazón-madera, de Teatro de las Estaciones, y Mowgli, el mordido por los lobos, de Teatro La Proa, dirigidos por Rubén Darío Salazar y Erduyn Maza, respectivamente.

Foto: Otmaro RodríguezTeatro La Proa en el clásico de Kipling.

Aunque diferentes estéticamente, ambas propuestas se sumergen en la narrativa de temas universales con una visión que se preocupa por explorar el mundo reflexivo y sensitivo de sus espectadores.

Pinocho, versión del cuento original que en 1880 publicó el escritor florentino Carlo Collodi en el Giornale dei Bambini, es un montaje de factura fabulosa que se apoya en el dinamismo y una estructura narrativa de flash back muy bien lograda. La fórmula que encontró la compañía para el texto de Norge Espinosa se sustenta en la funcionalidad de la escenografía, el vestuario y las figuras animadas ideadas por Zenén Calero, la música de Elvira Santiago y las interpretaciones de Iván García (insuperable en su rol de Buena Conciencia), Fara Madrigal, Rubén Darío Salazar, Luis Torres, Karen Sotolongo, y María Laura Germán, quienes encarnan varios personajes con una habilidad y autenticidad admirables.

El muñeco de madera italiano más famoso del mundo asoma a la escena desde la realidad contemporánea expuesta a la tecnología y a la información mediática. En medio de celulares, "emos", "frikis", y la música de los Beatles, el archiconocido protagonista, hijo de Geppeto canta, baila, interactúa con los actores y se mezcla con el público a través de un juego de alusiones, parodias, críticas y reflexiones.

Esta puesta en escena de Las Estaciones —estrenada mundialmente el pasado mayo durante la Feria Internacional del Títere de Sevilla, España— conmueve no solo por articular una solución completamente nueva al clásico sino por convertir a Pinocho, mucho antes del final de la historia, en un títere con conciencia y corazón.

Mientras, la obra de La Proa trae por primera vez al mundo del títere nacional la historia del niño de la selva. La puesta en escena de Arneldy Cejas recrea el pasaje ¡Al tigre, al tigre!, un capítulo poco conocido de El libro de la selva del escritor Rudyard Kipling (Premio Nobel de Literatura 1907) que presenta la toma de decisiones y la madurez en la vida de Mowgli después de salir y retornar a la selva.

Con peleles de piso, como técnica fundamental, esperpentos y papirolas, los actores Erduyn Maza, Arneldy Cejas, Kenia Rodríguez y Sara Miyares —que también interpretan varios personajes— arman el argumento de El mordido por los lobos en medio de una atmósfera musical y una ambientación escenográfica consonante con el relato que tiene lugar en la selva y la aldea del protagonista.

El atractivo montaje aborda el conflicto que desencadena un enemigo común entre ambos mundos y que llevan al personaje a luchar por defender sus derechos, obedecer sus instintos y crear su propio camino para conducir a su manada. La condición humana de Mowgli y una naturaleza que lo acerca a la fauna sitúan al joven frente al rechazo, la soledad, la envidia, la indiferencia de sus semejantes y el manejo de los intereses mundanos. Sin embargo también la amistad, la lealtad y el amor están presentes en esta historia que profundiza la relación que el hombre ha establecido con el reino animal.

En esta última obra de La Proa, la fidelidad de las acciones junto al movimiento alterno de manipuladores y títeres deja una sensación placentera. El mensaje de estos titiriteros no trata solo de presentar los valores con una finalidad didáctica, la analogía va más allá de las relaciones humanas y refleja un mundo que coexiste con el nuestro y que a veces minimizamos prepotentemente.

 

| Portada  | Nacionales | Internacionales | Cultura | Deportes | Cuba en el mundo |
| Comentarios | Opinión Gráfica | Ciencia y Tecnología | Consulta Médica | Cartas| Especiales |

SubirSubir