La milicia Al-Chabab mató a dos miembros de la Misión de Paz de
la Unión Africana (UA) en Somalia (Amisom, por sus siglas en
inglés), donde miles de personas huyen de una brutal hambruna y la
guerra.
Los soldados de la UA liquidaron a los atacantes islámicos antes
de que penetraran en la base de las tropas pacificadoras, encargadas
de apoyar al frágil Gobierno Federal de Transición somalí.
"Por desgracia, sus artefactos explosivos estallaron cerca de
nuestras tropas y dos soldados murieron y otros tres resultaron
heridos", dijo Padyy Ankunda, portavoz del contingente pacificador.
Están sin precisar el número de muertos por otros enfrentamientos
en el sur del país entre el Ejército y milicianos islámicos que se
presumen asociados a la red Al-Qaeda.
Cuatro días atrás, observadores de la ONU denunciaron que los
insurgentes quemaron alimentos y medicinas, y mataron a cooperantes
humanitarios para adueñarse de la ayuda destinada a casi cuatro
millones de somalíes damnificados por la hambruna.
En un informe, los funcionarios del organismo internacional
alertaron sobre una campaña de intimidación de Al Chabab contra las
ONG desde 2008.
La ONU y Estados Unidos culpan a Al Chabab de acentuar la crisis
alimentaria en la región.
Agencias de la organización mundial sospechan que organizaciones
locales, auspiciadas por la ONU, que distribuyen ayuda a los
somalíes pagaban impuestos ilegales a los milicianos islámicos.
También el informe refiere casos de chantaje a grupos
humanitarios para permitirles llegar a zonas bajo control de los
milicianos que en algunos casos se apropiaban de la ayuda.
Desde el 2010 Al Chabab se opuso a la distribución de ayuda por
ONG, en especial las occidentales y cristianas.
El Programa Mundial de Alimentos lamentó el difícil acceso a los
damnificados en zonas bajo control de la milicia islámica e indicó
que de continuar la situación lanzarían los alimentos desde aviones.
Los comandantes del grupo insurgente reclaman un pago inicial de 10
mil dólares para entrar en las zonas que controlan, una suma igual
para inscribirse y el pago de cuotas de seis mil cada seis meses.
Entre las exigencias están además abonar en efectivo el 20 por
ciento del valor de los cargamentos que transitan por sus posiciones
y un gravamen del 10 por ciento por los vehículos, advirtió Prensa
Latina.