La solución alcanzada en Estados Unidos para paliar sus problemas
con la colosal deuda, parece lejos de tranquilizar a Francia y a la
Eurozona, aunque en líneas generales hay suspiros de alivio,
advirtió Prensa Latina.
Reputados economistas franceses consideran que Washington está
jugando con fuego. Las consecuencias de traspolar las cuitas
ideológicas del ultraconservador Tea Party contra el presidente
Barack Obama, pueden ser desastrosas para el mundo.
Una batalla política en la cual también obtiene una victoria
pírrica el opositor Partido Republicano y pone contra las cuerdas a
Obama y los demócratas, comentó un editorial de la cadena de radio y
televisión BFM.
Por ahora, quizás por la lógica del verano y un período
vacacional de al menos 15 días anunciado por el propio presidente de
Francia, Nicolás Sarkozy, dejaron el asunto con tímidos enunciados
oficiales.
Sin embargo, el presidente del Eurogrupo y primer ministro de
Luxemburgo, Jean Claude Juncker, advirtió que darle la espalda al
fenómeno norteamericano es extremadamente delicado.
Veo con asombro que algunos analistas entienden la posibilidad de
que se baje la calificación de la deuda de EEUU. Sería como poner a
andar una bomba de tiempo, sin momento fijo para estallar, opinó
Juncker.
Un arreglo amargo para Obama y sus seguidores que pone en vilo y
afectará sin dudas muchos programas sociales del gigante norteño,
especialmente la salud pública, señalaron expertos en un espacio de
debate televisivo en France5.
Francois Marie Laforet, autor de varios ensayos sobre las
finanzas internacionales, subrayó que la deuda soberana
estadounidense planea como una amenaza permanente sobre los
pobladores del planeta Tierra.
Hay una posposición, no una verdadera solución. La incertidumbre
en la recuperación de la economía norteamericana tiene siempre
repercusiones en el resto del mundo y hasta la propia China está
preocupada, precisó.
De hecho, ya la consultora de rating internacional Standard
Poor's reiteró que podría bajar la calificación de la deuda de EEUU
a pesar del acuerdo, lo que afectaría a China.
China es el principal comprador de bonos estadounidenses con un
total de 1,16 billones de dólares, pero Europa confía en la
capacidad de su economía y aplaude, especialmente, el hecho de que
conceda cada vez más importancia al euro.
Tiempo atrás los chinos confiaban bastante en el dólar
estadounidense y el 90 por ciento de sus reservas estaba en esa
moneda. Ahora bajaron al 62 por ciento, mientras elevaron al 25 por
ciento sus acumulados en euros, apuntó Laforet.