La bailarina y
coreógrafa cubana Alicia Alonso se mostró hoy encantada de regresar
a la capital rusa, donde hoy recibirá un homenaje en la Sala Pequeña
del mítico teatro Bolshói.
"Es como volver al corazón de una flor", dijo la prima ballerina
assoluta y directora del Ballet Nacional de Cuba (BNC) en una rueda
de prensa en la participación de ocho jóvenes figuras del BNC y una
pareja del Bolshói, Svetlana Zajárova y Andréi Uvárov.
"Espero que en un futuro venga el Ballet Nacional de Cuba
completo y el Bolshói completo vaya a Cuba. Es mi sueño", dijo
Alonso, quien destacó la influencia de la escuela rusa en el ballet
mundial.
En Rusia, dijo, "se hacían muchas acrobacias y los varones eran
muy fuertes, levantaban a las mujeres y eso ha sido de mucha
influencia en el baile de Cuba, en el baile de Estados Unidos y en
el baile del mundo entero".
"Tengo toda la impresión de que ahora somos nosotros los que
tenemos que aprender de la escuela cubana", dijo Vasíliev, exprimer
bailarín y exdirector del Bolshói.
La Alonso, quien cumplió 90 años en diciembre del 2010, fue
invitada por primera vez para bailar en Moscú en 1958.
La bailarina cubana comenzó a estudiar ballet a los nueve años.
Siendo adolescente se casó con otro bailarín, Fernando Alonso, y
ambos se mudaron a Nueva York, donde comenzó su carrera en la década
de los 40 del siglo pasado.
Casi ciega por una enfermedad de la retina, bailó muchos de sus
principales roles viendo sólo sombras.
"La influencia de su creación en el desarrollo de la danza
clásica y en el perfeccionamiento de la técnica de interpretación de
los artistas de ballet de diversos país es enorme", escribió
Vasíliev de Alonso en el folleto editado especialmente para la gala
de mañana.