WASHINGTON, 21 julio.— Los estadounidenses observan hoy con
alarma el impacto de una gigantesca ola de calor que se abate sobre
gran parte del país.
Este fin de semana el fenómeno afectará a cerca de la mitad de
los 310 millones de habitantes de Estados Unidos.
No se tomen esta amenaza con ligereza, alertó el Servicio
Meteorológico Nacional en su sitio web al destacar que la canícula
es particularmente peligrosa para los adultos mayores y las personas
muy jóvenes.
Al menos 22 personas murieron en los últimos días a causa de esta
anormalidad climatológica, cifra que puede aumentar en los próximos
días en amplias zonas del centro y el este de la nación, según las
autoridades.
Temperaturas entre 105 y 115 grados fahrenheit (unos 44
centígrados) fueron pronosticadas en las grandes ciudades del medio
oeste y la costa este de Estados Unidos, reportó la cadena CNN.
Según explican meteorólogos, desde el 13 de julio una burbuja de
aire caliente y humedad procedente del golfo de México impacta en
comunidades de Filadelfia, Nueva York, Washington D.C, Chicago, pero
sobre todo en Kansas.
Temperaturas cercanas o superiores a 50 grados centígrados
marcaron este miércoles termómetros en las localidades de Newton,
Iowa; Taylorville, Illinois; Gwinner, North Dakota; y Hutchinson,
Minnesota.
Según el diario The Washington Post este viernes la región del
medio este, en la que se encuentra situada la capital, será la más
calurosa del país y los termómetros pueden superar los 46 grados
centígrados.
La ola de calor puede prolongarse hasta agosto en gran parte de
la costa este y según el sitio web AccuWeather.com habrá record de
consumo energético y daños en carreteras y puentes que pueden
superar los provocados por un evento parecido en 1995.
En coincidencia con esta situación, el Consejo de Seguridad de la
ONU debatió esta semana los efectos del cambio climático en el
mundo, algo que debe llevar a los estadounidenses a pensar en su
responsabilidad con estos fenómenos que ahora los afectan.
Varias delegaciones llamaron la atención sobre el hecho que
corresponde a los países desarrollados la principal responsabilidad
en saldar la deuda histórica con la ecología del planeta.
El cambio climático constituye uno de los peligros más graves e
inminentes que enfrenta la humanidad para su supervivencia y
corresponde a los países desarrollados el 76 por ciento de las
emisiones de gases de efecto invernadero, en especial a Estados
Unidos.
Para algunas delegaciones participantes en este foro que incluyó
discurso de más de 70 países, la causa principal de la alteración
del sistema climático mundial son los patrones de producción y
consumo insostenibles prevalecientes en los países desarrollados.
(PL)