SANTA CRUZ, BOLIVIA. — Latinoamérica necesita políticas
culturales y estrategias que articulen mecanismos incluyentes,
aseveró hoy la ministra de Culturas de Bolivia, Elizabeth Salguero.
Al intervenir en el XVIII Foro de Ministros del ramo de América
Latina y el Caribe, Salguero insistió en la importancia de
desarrollar nuevas formas de relación con la naturaleza, como parte
de la filosofía del Vivir Bien, defendida por la nación andina.
La funcionaria añadió que la cultura es la única llave que nos
abrirá la puerta a la vida, por lo cual consideró necesario
descolonizarnos a fin de dignificar a los seres humanos.
En ese sentido, se refirió a la despenalización de la hoja de
coca, una lucha protagonizada por Bolivia para defender la práctica
milenaria que contempla el masticado de dicha planta, como parte de
la reivindicación del patriotismo cultural.
También presente en el evento, la representante de la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y
la Cultura (Unesco), Nilda Anglaril, resaltó la trascendencia de la
cultura para alcanzar un desarrollo sostenible.
Remarcó la importancia del foro por ser un espacio único en el
que convergen la mayoría de los estados de América Latina y el
Caribe miembros de la Unesco.
Anglaril añadió que es una oportunidad para fortalecer las
capacidades comunicativas entre los diferentes países e incentivar
proyectos y políticas culturales como parte del proceso de cambio
vivido en la región.
El evento sesionará hasta mañana en la ciudad boliviana de Santa
Cruz y asisten autoridades de cerca de 30 estados de Latinoamérica y
el Caribe.
Según datos oficiales, el Foro de Ministros fue creado en 1989,
en el ámbito de la Primera Reunión de Ministros de Cultura de la
región, como instancia institucional de coordinación, orientación y
decisión en el proceso de alcanzar la integración cultural
latinoamericana y caribeña.
La edición 17 se realizó en Quito, Ecuador, en abril de 2010.
Entre sus principales acuerdos estuvieron: defender los derechos
de todas nuestras culturas a existir y preservar sus prácticas
tradicionales y milenarias.
Además promover la historia, las tradiciones, los valores, la
diversidad y el entendimiento mutuo entre los pueblos.
Asimismo, estimular la diversidad cultural como componente
indispensable de las políticas públicas que persiguen reducir la
pobreza, promover la equidad y alcanzar los Objetivos de Desarrollo
del Milenio en una región que sufre diversos tipos de exclusión y
pobreza.