El gobierno de Malawi desplegó hoy fuerzas de seguridad en las
principales ciudades del país para evitar protestas tras los
disturbios de la víspera, en los que hubo un número no precisado de
víctimas.
Según el diario Malawi Voice, esos efectivos bloquearon los
accesos a los núcleos urbanos centrales, donde ayer cientos de
manifestantes saquearon tiendas, incendiaron vehículos, comisarías,
y viviendas de policías y funcionarios del gobernante Partido
Progresista Democrático (DPP).
Otros medios de prensa afirmaron que este jueves el país está
relativamente en calma y el presidente, Bingu wa Mutharika, electo
en 2009, tiene previsto dirigirse a la población.
Edward Longwe, responsable de la policía en Mzuzu, dijo a los
medios que no tenía certeza del número de muertos en los disturbios
y otro vocero del cuerpo admitió que "las cosas están relativamente
en calma hoy y añadió que no era verdad que siete personas
perecieron. Hay probablemente un muerto".
Algunas fuentes indicaron que posiblemente seis ciudadanos
perdieron sus vidas en los disturbios, pero personal médico
consultado al respecto indicó que sólo hubo un fallecido y seis
heridos por balas.
El Malawi Voice afirmó que "la Autoridad Reguladora de la
Comunicaciones de Malaui (Macra) ordenó ayer el cese de emisiones de
todas las radios privadas, y muchas de las ediciones digitales de
los periódicos del país no se encontraban disponibles".
Las protestas ocurrieron pese a la detención de los principales
jefes políticos opositores y de declarar ilegales las
demostraciones, señaló Prensa Latina.