La OTAN amplió este miércoles los bombardeos sobre el occidente
de Libia, luego de atacar dos puestos de control civiles en Khoms y
la localidad de Nalut, y de perder un helicóptero teledirigido cerca
de Zlitan.
Reportes de la agencia oficial de noticias JANA y del canal
televisivo estatal Al Jamahiriya indicaron que aviones y
helicópteros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte
(OTAN) arreciaron sus incursiones en apoyo a la rebelión armada
contra Muamar El Gadafi, reporta Prensa Latina.
Según la televisión pública, los ataques más intensos tuvieron
lugar el martes contra dos puestos de control habilitados por
civiles con la intensión de organizar la circulación del tráfico en
Khoms, unos 120 kilómetros al oriente de Trípoli, pero en el oeste
del país.
Los bombardeos prosiguieron esta madrugada y parecieron obedecer
a una nueva etapa en la estrategia de la alianza atlántica en el
oeste libio contra retenes y otros controles en las carreteras que
conducen a la capital, sede del Gobierno de El Gadafi, apuntó por su
lado JANA.
La agencia noticiosa añadió que las operaciones militares de la
OTAN, que según sus voceros se habían centrado en ataques a
instalaciones militares y vehículos blindados, también fueron
cruentas en Al-Ghazaya, una región de Nalut, al suroeste de la
ciudad de Trípoli, capital de la nación libia.
Esa zona ha sido durante los últimos dos meses escenario de
fuertes combates entre las fuerzas armadas leales a El Gadafi y
milicias de la oposición armada, apoyada por potencias occidentales
y representada, políticamente, por el Consejo Nacional de Transición
(CNT) en Benghazi.
Medios noticiosos independientes describieron un ambiente de
confusión en el plano militar en torno a Misratah, la tercera ciudad
del país situada al este de Trípoli, dado el cruce de acusaciones
entre los dos bandos por ataques con artillería pesada y saldo
letal.
Entretanto, la televisión local reprodujo en las últimas horas
imágenes de los despojos de un helicóptero no tripulado de la OTAN
que presuntamente fue abatido el martes por el Gobierno, pérdida
admitida por la alianza, aunque negó que hubiese sido derribado.
Según el bloque militar, el aparato cumplía una misión de
vigilancia cerca de Zlitan cuando se precipitó a tierra, y fue el
primero que pierde desde el inicio de la agresión aérea a Libia, el
19 de marzo.