Océanos y otras miradas

ROLANDO PÉREZ BETANCOURT
rolando.pb@granma.cip.cu

francés que llega a sus finales estuvo Océanos, fabuloso documental marino dirigido por Jacques Perrin y Jacques Cluzaud, que gracias a sus novedosas técnicas de filmación abrió ventanas hacia esos abismos, ahora no tan silenciosos, de los que muy poco se sabe.

Cuatro años de filmación, setenta expediciones, técnicos de diversas nacionalidades y muchas imágenes desconcertantes y hasta especies de animales nunca vistos, aparecen en este filme en el que la ciencia y el arte de la composición (fotografía, música, dramaturgia) se entrelazan para ofrecernos un producto de hondo contenido espiritual.

Océanos muestra una realidad solo existente en nuestro Planeta y al mismo tiempo alerta sin fanfarrias, casi solo imágenes y deducciones por parte del espectador, de los peligros crecientes contra la biodiversidad y el cambio climático.

Se habla constantemente del calentamiento global, pero a ratos se olvida del papel primordial de los océanos en su interactuar con la atmósfera.

Sin los océanos no habría clima y sin clima, no habría vida soportable.

A muchos conmueve Océanos, quizá porque una arcana voz les susurra que de esos mares provenimos como raza humana.

Cuando hacia los finales del filme aparece un lobo marino atrapado en aguas contaminadas, retorciéndose como si buscara una salida urgente a su desgracia, el espectador se inquieta y percibe que algo ha dejado de funcionar en la primera ley de la naturaleza: la conservación.

Perdurar, una responsabilidad también de índole cultural (hábitos, despreocupaciones, información, desconocimiento) que nos compete a todos.

Como viejo submarinista, sé que cada vez hay menos variedad de peces en la plataforma insular.

Y que algunos siguen considerando la línea costera como un gran vertedero a partir del concepto de que el mar, con su química salitrera, es capaz de englutirlo todo. Y que si a veces falta arena en alguna que otra playita no se debe solo a la acción arrebatadora de las mareas, ni a ninguna otra causa proveniente de la naturaleza. Hay muchos más. Pero al salir del cine solo me pongo a pensar en lo que veo por debajo del mar.

 

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