francés
que llega a sus finales estuvo Océanos, fabuloso documental
marino dirigido por Jacques Perrin y Jacques Cluzaud, que gracias a
sus novedosas técnicas de filmación abrió ventanas hacia esos
abismos, ahora no tan silenciosos, de los que muy poco se sabe.
Cuatro años de filmación, setenta expediciones, técnicos de
diversas nacionalidades y muchas imágenes desconcertantes y hasta
especies de animales nunca vistos, aparecen en este filme en el que
la ciencia y el arte de la composición (fotografía, música,
dramaturgia) se entrelazan para ofrecernos un producto de hondo
contenido espiritual.
Océanos muestra una realidad solo existente en nuestro
Planeta y al mismo tiempo alerta sin fanfarrias, casi solo imágenes
y deducciones por parte del espectador, de los peligros crecientes
contra la biodiversidad y el cambio climático.
Se habla constantemente del calentamiento global, pero a ratos se
olvida del papel primordial de los océanos en su interactuar con la
atmósfera.
Sin los océanos no habría clima y sin clima, no habría vida
soportable.
A muchos conmueve Océanos, quizá porque una arcana voz les
susurra que de esos mares provenimos como raza humana.
Cuando hacia los finales del filme aparece un lobo marino
atrapado en aguas contaminadas, retorciéndose como si buscara una
salida urgente a su desgracia, el espectador se inquieta y percibe
que algo ha dejado de funcionar en la primera ley de la naturaleza:
la conservación.
Perdurar, una responsabilidad también de índole cultural
(hábitos, despreocupaciones, información, desconocimiento) que nos
compete a todos.
Como viejo submarinista, sé que cada vez hay menos variedad de
peces en la plataforma insular.
Y que algunos siguen considerando la línea costera como un gran
vertedero a partir del concepto de que el mar, con su química
salitrera, es capaz de englutirlo todo. Y que si a veces falta arena
en alguna que otra playita no se debe solo a la acción arrebatadora
de las mareas, ni a ninguna otra causa proveniente de la naturaleza.
Hay muchos más. Pero al salir del cine solo me pongo a pensar en lo
que veo por debajo del mar.