La amarga lección del zapote

El desorden que perjudica finalmente a la población

EDUARDO PALOMARES CALDERÓN

Alertado por Granma en el reportaje "Una joyita en medio de los frutales", del pasado 30 de mayo, la incógnita de 10,5 toneladas de pulpa de zapote (mamey colorado), congelada durante más de un mes en un frigorífico de Santiago de Cuba, acaba de despejarse dejando una amarga lección.

Al parecer, las partes implicadas en el dilema de esta materia prima elaborada por la CPA Victoria de Girón, de Palma Soriano, para la Empresa Provincial de Productos Lácteos, no habían interiorizado las palabras del General de Ejército Raúl Castro en el Informe Central al Sexto Congreso del Partido, que refleja la esencia de este y otros problemas similares:

"...deberá rescatarse por parte de los cuadros estatales y empresariales, el notorio papel que corresponde desempeñar al contrato en la economía, tal como se expresa en el Lineamiento número diez. Ello también contribuirá a restablecer la disciplina y el orden en los cobros y pagos, asignatura con calificaciones insatisfactorias en buena parte de nuestra economía".

Ajenos a esa exigencia, los cooperativistas no escatimaron recursos ni esfuerzos para procesar en su minindustria la citada pulpa, que al final la Empresa Láctea santiaguera no podría pagar a un costo de 12 456 pesos por tonelada.

PARA DESCONGELAR LA PULPA

"¿Por qué suceden estas cosas? ¿A quién demandarle ahora responsabilidad? Y sobre todo, ¿cómo vamos a destrabar el nudo?", inquirió Eliover Zapata, vicepresidente del Consejo de la Administración Provincial (CAP), al iniciar el análisis con las partes involucradas en el erróneo proceder.

"Es cierto que debemos ofertarle al pueblo un helado de calidad a precio asequible, pero por falta de rigor económico el pasado año compramos la tonelada a 16 000 pesos y cerramos con elevadas pérdidas; de ahí que no podamos pagar más de 10 500 pesos por tonelada de pulpa", señaló José Adrián Yéster, director de la empresa de productos lácteos.

Según las fichas de costos objetivamente es así, pues de otra manera el cubo de diez litros de helado que hoy se vende a Comercio y Gastronomía a 13,45 pesos, tendría que elevarse a 30 pesos para mantener la rentabilidad de la industria, lo cual conllevaría a su vez a la subida desproporcionada del precio de la bola de helado ofertada a la población.

Al explicar las razones del precio tasado por la cooperativa, su presidente, René Miralles Caraballo, argumentó que solo en la fruta natural invierten 8 696 pesos, que sumados al valor del azúcar, la mano de obra, impuesto de la ONAT y otros gastos financieros, totaliza 10 380 el costo de la tonelada de pulpa.

"Como si todas esas frutas fueran de primera —añadió Miralles—, la Empresa de Acopio (que actúa de intermediaria) les aplica un 20 % de ganancia, y por lo tanto en busca de la rentabilidad de la minindustria nosotros hacemos lo mismo, de ahí que para la venta mayorista la tonelada de pulpa especial sumara 12 456 pesos".

Dada la alta calidad del producto, a ese precio es reclamado por otros mercados, pero al estar preservado para la elaboración de helados la cooperativa se vio obligada a congelarlo en el frigorífico de la Empresa de Cítricos Caribe donde, a causa del desaguisado en la comercialización, debió pagar cerca de 600 pesos por el espacio ocupado durante más de 30 días en la cámara fría.

No obstante la incómoda situación y a pesar del prejuicio a los campesinos, el presidente de la cooperativa René Miralles asumió ante el Consejo de la Administración Provincial la responsabilidad de rebajar el precio hasta los 10 500 aceptados por la dirección de productos lácteos, lo cual le reportará a la cooperativa apenas una ganancia de 220 pesos por tonelada.

"Es evidente —precisó Eliover Zapata, vicepresidente del CAP—, que faltó previsión. Acopio se convirtió en un intermediario que elevó los costos. Nosotros tenemos 22 000 productores de frutas en la provincia, y la industria debería llegar hasta ellos para recoger las frutas en su óptimo estado al mejor precio, para luego procesarla".

En previsión de situaciones semejantes con la proximidad de la campaña de la guanábana, el anón y la guayaba, se indicó por el Gobierno provincial el estudio inmediato del precio en la compra de frutas al productor, su procesamiento en la industria y posterior comercialización, para establecer, de ahora en adelante y sobre bases reales, los contratos entre cada una de las partes.

"Esto demuestra cuán difícil es que las cosas marchen bien mediante la improvisación", sentenció Zapata, y advirtió que no se trata de un hecho aislado, pues de inmediato partiría con el delegado de la agricultura, presente en el análisis, a discutir la incierta situación de 100 toneladas de piña en el municipio de Songo-La Maya.

¿Hasta cuándo el descontrol y el irrespeto por el contrato nos dejarán en el paladar el amargo sabor de las pérdidas y lo peor, el daño a la población que recibe estos alimentos?

 

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