El Solar Impulse, primer avión tripulado con ese tipo de energía,
se exhibe hoy aquí en el Salón de Le Bourget como fiel demostración
de que el uso de fuentes energéticas alternativas permite conquistar
sueños insospechados.
Este aparato entró en la historia de la aeronáutica al implantar
un record mundial en aeronaves de su tipo en julio de 2010 cuando
realizó su primer vuelo piloteado de 26 horas ininterrumpidamente
gracias a sus paneles solares y sus baterías sin usar carburantes.
Los promotores del proyecto, Bertrand Piccard, psiquiatra,
aeronauta, autor de la primera vuelta del mundo en globo sin
escalas; y André Borschberg, ingeniero, piloto de caza y
profesional, explicaron su propósito destinado a fomentar la
explotación de energías renovables conforme a la sostenibilidad.
No se trata de la primera intención de avión solar sino la más
ambiciosa porque podemos volar todo el día y almacenar suficiente
energía en las baterías para continuar toda la noche mientras los
otros solo pueden hacerlo durante el día dijo Borschberg a Prensa
Latina.
Esta aeronave excepcional logró realizar en mayo último la
primera travesía internacional, con una duración de unas 13 horas,
desde el aeropuerto de la ciudad suiza de Payerne hasta Bélgica.
El Solar Impulse HB-SIA tiene unos 63,4 metros de un extremo al
otro de las alas, y su peso aproximado es de mil 600 kilogramos,
ideal para la instalación de 12 mil celdas fotovoltaicas que lo
integran.
En el centro de funcionamiento, un ordenador central permite
optimizar el uso de la energía.
Sus fabricantes aspiran que para el 2014 un segundo avión HB-SIB
esté listo para dar la vuelta al mundo con varias escalas.
El Salón Internacional de Aeronáutica y del Espacio de Le Bourget
abrió sus puertas hoy en su 49 edición luego de su gran suceso de
2009, cuando celebró sus 100 años de existencia, informó Prensa
Latina.