Asley
González tiene solo 21 años, pero ya en este 2011 ha conseguido
varios resultados que le presagian una carrera promisoria en el
judo. Campeón de los 90 kg en la Copa Panamericana de Guayaquil
(Ecuador), refrendó su primacía en el campeonato continental de
Guadalajara (México) y fue un pilar fundamental para que Cuba
conquistara la Copa del Mundo por equipos (m) en la ciudad brasileña
de Salvador de Bahía.
Su verdadera consagración, sin embargo, ha llegado justo ahora en
el Grand Slam de Río de Janeiro, con una presea de plata
impresionante, al ceder únicamente contra el japonés Takashi Ono,
actual número dos del ranking, luego de fulminar por ippon en
semifinales al brasileño multimedallista olímpico y del orbe Tiago
Camilo, cuando perdía por wazari y restaban en el reloj apenas dos
segundos. Tremendo.
Antes había derrotado por la misma vía en menos de tres minutos
al también auriverde Bruno Ferreira, al español David Alarza y al
azerí Elkhan Mammadov, por ese orden, lo que habla a las claras de
su potencial rumbo al Mundial de París en agosto venidero.
No en vano su medalla fue lo mejor de Cuba en el exigente torneo,
junto al bronce de la capitalina Mariset Espinosa (63) el sábado,
pues los siete cubanos restantes quedaron todos a las puertas del
podio, incluyendo cuatro quintos lugares.
La actuación de Mariset, por cierto, también es harto elogiable,
toda vez que ha relevado a la santiaguera bronce del orbe Yaritza
Abel, lesionada recientemente y ya ven cómo se las gasta. Solo
perdió con la francesa campeona europea Gevrise Emane, por wazari,
tras ganar por ippon sus tres primeros combates.
Por países, gracias a ella y a Asley, Cuba culminó séptima en el
certamen, cuyos títulos acapararon Japón (8-0-2), Brasil (4-3-4),
Rusia
(1-2-2) y Rumania (1-0-1), después de haber congregado a 334
atletas de 55 naciones en el complejo deportivo Maracanazinho
durante el fin de semana.