Jorge Luis Merencio Cautín

BARACOA, Guantánamo.— El 4 de marzo último, como de costumbre, Rafael Jiménez Fuentes bebió café temprano y luego emprendió su recorrido de rutina por el litoral de Playa Duaba. Apenas había vencido unos palmos cuando advirtió, en la duna próxima al Tibaracón del Toa, varios bultos bien envueltos y acto seguido otros muchos que el oleaje empujaba hacia la costa.

Parte de la marihuana incautada entre el 17 y el 18 de marzo último por Punta de Maisí.

Con la experiencia y ecuanimidad forjada en sus más de 80 años de vida, decenas de ellos al frente del destacamento Mirando al Mar de la zona, Rafael voceó a su hija María Jiménez Paumier y le indicó informar del hallazgo al puesto cercano de las Tropas Guardafronteras (TGF). Él, mientras tanto, garantizaría la custodia de la indeseada mercancía que al vuelo identificó como droga.

"A mí y a nadie en Baracoa nos van a ‘madrugar’ los narcotraficantes. En estos días los recalos han sido reiterados, pero la respuesta de los cederistas, los combatientes de Guardafronteras, de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y de toda la población ha sido contundente, como siempre", sentencia Rafael.

"No sé por qué los narcotraficantes se meten con Cuba. Ya debieran saber que el enfrentamiento aquí contra ese demonio es de todos los días, de las madrugadas, y que en él participa el pueblo voluntariamente, porque conoce el daño que causa ese flagelo a las personas, a la familia y a la sociedad", diserta el curtido campesino con participación en las fuerzas de Lucha Contra Bandidos.

Rafael, acompañado de su hija María.

Junto al nombre de Rafael y al de su hija María pueden relacionarse otros muchos que durante el mes de marzo participaron en la detección e incautación de recalos en el litoral baracoense, entre ellos los de los colaboradores de las TGF Merlis Labañino Rodríguez (más conocida por Josefa), Odel Gamboa Oliver (jefe de una red de rastreo) y Metodio Azahares Jiménez, todos de la comunidad de Cayo Güin.

También, de manera protagónica, los de los combatientes de las TGF, marineros Roilán Reyna López, Erieldis Rodríguez Rodríguez y Yuniesker Durán La O. Estos jóvenes, no mayores de 20 años, bajo el mando del capitán Wilfredo Toirac Martínez, integraron la tripulación de una cigarrera que abortó una operación del narcotráfico internacional en aguas jurisdiccionales cubanas, en las proximidades de Punta de Maisí.

Esa acción contra una lancha rápida se desarrolló el día 2 de marzo, en cooperación con un medio aéreo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, y como resultado de ella fue incautado un voluminoso cargamento de marihuana.

"Cuando nos informaron de la presencia del medio naval de los narcos nos alistamos en unos minutos y partimos hasta ocupar en el mar una posición de privilegio. Cuando ellos se percataron de nuestra presencia emprendieron la fuga, lanzando al agua la droga y tanques con combustible para aligerar el peso de la lancha y ganar en velocidad", cuentan los valerosos muchachos.

El consumo de droga ocasiona trastornos físicos y mentales, e incluso la muerte de las personas. Hemos conocido, mediante la prensa y por otras vías, de familias que han perdido la tranquilidad y la felicidad porque uno de sus miembros pasó a consumir marihuana, cocaína u otro tipo de sustancia alucinógena, explica Yuniesker, del municipio de Caimanera, quien junto a los otros dos marineros cumple con la etapa del Servicio Militar Activo.

"Como regla —tercia Roilán— la vivienda de un adicto se convierte en un infierno, donde imperan el caos, el desespero y a veces hasta la violencia. Por eso luchamos contra ese mal universal, aun a riesgo de nuestras vidas, por la peligrosidad de las personas a quienes enfrentamos".

AVALANCHA DE MARZO

Hasta el 18 de marzo último se habían producido en la provincia 21 hechos de incautación de drogas, de los cuales 19 acontecieron en el referido mes y los dos restantes en enero, según datos aportados por el mayor Iván Martínez Savignón, jefe del Órgano de Trabajo Operativo del Destacamento de Tropas Guardafronteras en Guantánamo.

Como consecuencia fueron confiscados 2 578.11 kilogramos (2 576.17 de marihuana y 1.94 de cocaína). Semejante cuantía supera a toda la sustancia recalada en el 2010 en este territorio, que ascendió 2 363.56 kilogramos, entre cocaína, marihuana y aceite de hachís.

El hecho más significativo se produjo entre los días 17 y 18 de marzo, cuando fueron incautados 1 342. 89 kilogramos de marihuana en la zona de Punta de Maisí.