Ellos terminan ahora su última etapa de aprendizaje en el
Instituto Politécnico 5 de Septiembre, encargado desde el 2008 de
formar la fuerza calificada que intervendrá en la expansión de la
refinería de petróleo Camilo Cienfuegos y el resto de las obras del
Polo.
Jorge Martínez, director del Politécnico, precisa que la
matrícula del plantel está integrada por 1 628 alumnos, quienes
cursan 17 especialidades técnicas, las cuales tributan sin excepción
al Polo; aunque las de incidencia determinante son Química
Industrial y Tecnología de los procesos de industria del petróleo
(la de mayor matrícula, con 248 alumnos) y Mecánica de la industria
del petróleo.
Atendidos por experimentados profesores —buena parte ingenieros
jubilados contratados, cuyas carreras transcurrieron en la Zona
Industrial de Cienfuegos—, los pupilos cuentan con todas las
condiciones para desarrollar una formación integral, observa Alexis
Yero, subdirector de Enseñanza Práctica.
Incluida en un subproyecto de los acuerdos del ALBA relativo al
Polo, la instalación experimentó un proceso de transformaciones
mucho más visibles durante este curso, afirma Jorge, el director.
Él encomia los nuevos laboratorios de Química y Computación.
Faltan por repararse los talleres de Maquinado, Soldadura,
Carpintería, Transporte y Ajuste, sobre todo sus cubiertas.
Hilda María Pérez y Miguel Ángel Pérez, quienes cursan el tercer
año de Química Industrial, comentan que han aprendido a trabajar con
equipos y utensilios que nunca habían imaginado tocar.
Félix Romero, profesor de Química con muchos años de experiencia,
menciona un dispositivo que se encarga de determinar
"concentraciones de sustancias, puede almacenar 200 análisis y
guardar los datos en la memoria".
De igual forma, los futuros técnicos de nivel medio utilizan
equipos a modo de conductímetros, medidores digitales de PH,
polarímetros... La estudiante Hilda María se alegra de ello, porque
le sirve para adiestrarse de forma óptima, asegura.
Los laboratorios de Computación, por donde transita el alumnado
de todas las especialidades, también poseen el equipamiento
tecnológico preciso, subrayó el profesor Enrique Reyes.
El politécnico les brinda a los jóvenes las posibilidades de
alcanzar un sólido nivel teórico, sin descuidar, por supuesto, los
espacios para expresarlo o consolidarlo en la práctica. Fausto
Sarría, de segundo año de Mecánica Industrial, es uno de los alumnos
que elogian lo aprendido en el taller de maquinado.
Su profesor, Ramón Mojena, cree que aquí es donde se demuestra de
verdad lo aprendido en clases y celebra las habilidades que de forma
progresiva adquieren sus pupilos.
Además, los estudiantes se acercan desde el primer año de sus
carreras a industrias como la termoeléctrica Carlos Manuel de
Céspedes. Para el segundo, emprenden una rotación semanal de
subgrupos por la refinería de petróleo Camilo Cienfuegos. En el
tercero desarrollan una práctica tecnológica de diez semanas en
dicho enclave energético.
Claudia Naranjo, cursante de la especialidad Tecnología de los
procesos de industria del petróleo, ya efectuó su preparación allí:
"Ahora distingo mucho mejor el escenario donde en poco tiempo voy a
estar moviéndome. Fue muy beneficiosa".
Entre septiembre y diciembre, 110 de los alumnos que se graduarán
ese último mes ejecutarán la práctica preprofesional en la refinería
cienfueguera, adelanta Jorge, el director del politécnico.
Norberto Alcántara, subdirector de la Enseñanza
Técnico-Profesional de la provincia, sostiene que a partir de
septiembre se agregarán otras dos especialidades al esquema lectivo
del instituto 5 de Septiembre, con el fin de formar obreros
calificados en nuevos perfiles. Serán las de Soldador y Pailero
soldador.
También capacitarán a especialistas en Explotación del
transporte, Construcción civil, Construcción de estructuras,
Electricidad, Tornería, Mecánica Agrícola Automotriz, Fresado,
Instalaciones eléctricas, Ebanistería, Carpintería y Chapistería,
entre otras ramas.
Como de momento, cuando culminen sus estudios los actuales
matriculados, quedará satisfecha la demanda del Polo, el plantel no
asimilará más alumnos para las carreras relacionadas directamente
con la petroquímica, acorde con la política de formar la fuerza
laboral que precise el territorio.
Los muchachos que estudian ahora en el 5 de Septiembre y cuyo
destino laboral sí será el Polo, reciben desde los terrenos —tan
distintos como complementarios— de la bibliografía y la praxis, los
elementos precisos para llegar a convertirse en excelentes técnicos.
Elogian la disciplina del centro, el rigor de las clases, la
capacidad académica del claustro. Estudian con interés y el deseo de
nutrir la fuerza laboral del Polo Industrial. Claudia Naranjo resume
el sentir colectivo: "Con nuestros empeño y sudor va a moverse ese
importante motor de la economía cubana. Sentimos un gran
compromiso".
Así ha de ser, para que no queden en inversión dilapidada tantos
recursos materiales y humanos dedicados al futuro petroquímico de la
provincia y del país.