Miles de universitarios, apoyados por autoridades académicas y
profesores, marcharon este miércoles en diferentes ciudades de Chile
en defensa de la educación pública que consideran le ha sido
arrebatada al pueblo para privilegiar al mercado.
Sólo en la ciudad de Santiago de Chile, se estiman en más de 30
mil los jóvenes que respondieron al llamado de la Confederación de
Estudiantes de Chile (Confech) de marchar por la Alameda hasta la
sede del Ministerio de Educación en rechazo al lucro en la enseñanza
superior, reporta Prensa Latina.
De acuerdo con reportes de emisoras locales, demostraciones
análogas tuvieron lugar asimismo en las ciudades de Talca,
Concepción, Valparaíso, Valdivia y Puerto Montt.
La multitudinaria movilización de Santiago estuvo encabezada por
líderes de federaciones universitarias, por el presidente del
Colegio de Profesores, Jaime Gajardo y por varios rectores de casas
de altos estudios.
El presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad
Católica, Giorgio Jackson, precisó durante la marcha que sus
reivindicaciones apelan no sólo a la educación superior, sino a todo
el sistema.
"Queremos demostrarle al Gobierno y al Ministerio de Educación
que queremos y tenemos la voluntad de avanzar hacia un sistema de
educación más justo y equitativo; no estamos luchando por nuestros
privilegios, sino por un sistema de educación completo" dijo Jackson,
quien calificó de insostenible y realmente insoportable la carga de
las familias chilenas para que sus hijos puedan estudiar.
La educación superior debiese ser un derecho y en Chile no lo es,
remarcó.
Camila Vallejo, presidenta de la Federación de Estudiantes de
Chile, destacó por su parte la transversalidad de las demandas del
movimiento estudiantil, las que apuntan no sólo a la inviabilidad
del sistema de educación, sino de la institucionalidad del país en
pleno, impuesta por el régimen militar de Augusto Pinochet
(1973-1990).
La orientación al mercado que ha guiado la educación chilena
desde la dictadura hasta la actualidad ha terminado por destruir la
educación pública, señaló una declaración de fuerzas de la izquierda
chilena circulada hoy en esta capital.
Todos en Chile hoy, universidades privadas y supuestamente
públicas, operan dentro de los márgenes impuestos por el mercado,
agudizando así un sistema profundamente regresivo, lleno de
exclusiones y desigualdades, señaló el referido mensaje.
Ante la crisis por la que atraviesa la educación en Chile, la
izquierda chilena estima que la salida no está en solicitar más
subvenciones al gobierno de turno, sino en exigir un rol garante del
Estado.
Eliminar la desigualdad escolar no reside en exigir gratuidad
para unos pocos segmentos, sino en exigir acceso universal y
gratuito, recalcaron destacados exponentes de fuerzas de la
izquierda en el país suramericano.
Coincidentes con esa apreciación, la mayoría de los carteles que
inundaron este miércoles las calles de Santiago demandaron enseñanza
pública y gratuita y arremetieron contra un modelo que mantiene
endeudados de por vida a los que optan por continuar estudios
universitarios.