Un nuevo método para filtrar agua salada de manera más eficaz que
la utilizada hasta ahora se pondrá en práctica en breve, destaca la
revista especializada Physics World.
Se trata de una técnica basada en la incorporación de nanotubos
de carbono, enrollados en cilindros de finas capas de ese elemento
químico a equipos desalinizadores, explican los autores, académicos
escoceses de la Universidad de Strathclyde, reporta Prensa Latina.
El proceso se fundamenta en la ósmosis, al poner en contacto
mediante una membrana permeable dos fluidos con diferentes
concentraciones de sólidos disueltos, señalan.
La membrana permite el paso del fluido que tiene menor
concentración, o sea, de sal y minerales en el caso del agua del
mar, a la zona en la que se encuentra el fluido con mayor
concentración.
Los nanotubos de carbono permitirían fabricar membranas 20 veces
más permeables que las actuales utilizadas en las plantas
desalinizadoras. De esta forma, se reduce la energía necesaria para
poner en marcha el proceso.
Las técnicas actuales utilizan el proceso de ósmosis inversa para
convertir el agua salada en potable, en el cual ese líquido se
presuriza a elevadas temperaturas.