GINEBRA. — En un contexto de crisis mundial del empleo,
discriminaciones laborales y aumento de la pobreza, la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) inicia hoy aquí la edición número
cien de la Conferencia Internacional del Trabajo.
En la cita, que se prolongará hasta el 17 de junio, participarán
unos cinco mil delegados provenientes de los estados miembros de la
OIT, reporta Prensa Latina.
También intervendrán invitados especiales, entre ellos, los
presidentes de Indonesia, Susilo Bambang Yudhoyono; de Finlandia,
Tarja Kaarina Jalonen, y de Suiza, Micheline Calmy-Rey.
A la Conferencia acudirán la canciller de Alemania, Ángela Merkel,
el primer ministro de Rusia, Vladimir Putin, y su homólogo de la
Autoridad Palestina, Salam Fallad, además de varios ex jefes de
Estado y representantes de organismos internacionales.
En un informe previamente circulado, el director general de la
OIT, Juan Somavía, subrayó que el mundo necesita una nueva era de
justicia social inspirada por un ideal de desarrollo sostenible.
Se trata, dijo, de una época en la que las políticas se formulen
en función de las necesidades de las personas, el cuidado del
planeta y la equidad, en la que puedan compartirse de manera
equitativa los beneficios de la globalización, infundir esperanza a
la juventud, generar creatividad en la sociedad y respetar la
dignidad del trabajo.
Somavía afirmó que la lógica inflexible del Consenso de
Washington ya no prevalece. El equilibrio del poder y del peso
económico también se está alterando. China, seguida de la India,
serán las mayores economías mundiales en un futuro no muy lejano .
El camino a seguir, apuntó, no es cerrar los mercados y renunciar
a los beneficios potenciales de unos niveles superiores de comercio
y de inversión internacionales, sino integrarlos en soluciones
equilibradas basadas en la justicia social.
La agenda de la Conferencia abarca, entre otras temáticas, la
publicación de informes acerca de la situación de los trabajadores
en los territorios árabes ocupados y formas peligrosas de trabajo
infantil, e incluye la propuesta de una norma internacional del
trabajo sobre empleo doméstico.