La Cámara de Representantes de Estados Unidos, con mayoría
republicana, aprobó un proyecto de ley de gastos de defensa con una
serie de disposiciones polémicas. De ser sancionado, el proyecto
prohibiría que toda persona que no tenga ciudadanía estadounidense y
que sea sospechosa de terrorismo vaya a juicio federal,
independientemente del lugar en que sea detenida. Asimismo, el
proyecto amplía las facultades del Presidente para hacer la guerra
en todo el mundo y sin límite de tiempo contra los sospechosos de
terrorismo y los países que presuntamente los respalden, aunque no
exista conexión con los ataques del 11 de septiembre.
Laura Murphy, de la ACLU, criticó el proyecto y dijo: "Una nueva
autorización de la guerra en todo el mundo se traducirá en poderes
irrestrictos para utilizar el Ejército dentro y fuera del país".