La extensión de las Licencias Sanitarias requeridas para la
elaboración y venta de alimentos a los trabajadores por cuenta
propia, debe desarrollarse en el término de siete días hábiles a
partir de la solicitud, aseguró en La Habana el doctor Orlando Roque
Núñez Beltrán, jefe del Departamento Nacional de Fiscalización de la
Inspección Sanitaria Estatal, de la Dirección Nacional de Salud
Ambiental del MINSAP.
De
esta manera, se establece una normativa nacional que posibilita a
los ciudadanos llevar a cabo sus gestiones en un rango de tiempo
adecuado, el cual están obligados a cumplir todos los funcionarios
de las entidades territoriales de la Salud.
Aclaró que cuando los inspectores detectan deficiencias
higiénico-sanitarias en los locales destinados a la elaboración o
venta de los productos, se establecen entonces plazos para una nueva
inspección, de acuerdo con el tiempo que el solicitante estime
estarían solucionados.
De existir algún incumplimiento en los pasos de este proceder, el
cuentapropista puede formular su queja en la Dirección Provincial de
Higiene, Epidemiología y Microbiología, que en un lapso no mayor de
72 horas, tiene el deber de corroborar la justeza o no de la
solicitud.
También para emitir quejas vinculadas con el desempeño de los
inspectores, los interesados pueden dirigirse al Departamento
Nacional de Fiscalización de la Inspección Sanitaria Estatal,
radicado en Línea e I (edificio B del MINSAP), en el Vedado, La
Habana, o llamar al teléfono 835 9454.
Las Licencias Sanitarias se extienden a seis de las 178
modalidades del trabajo por cuenta propia, que incluyen las de
elaboración y venta de alimentos y bebidas y la asistencia infantil
para el cuidado de niños. Al principio de estas implementaciones,
indicó el doctor Roque, se presentaron algunas quejas debido a
demoras o malas actuaciones de los inspectores, las cuales fueron
solucionadas.
El Reglamento de la inspección sanitaria tiene como objetivo
fundamental controlar y hacer cumplir las disposiciones legales
relacionadas con las normas higiénico-sanitarias y antiepidémicas
tendentes a prevenir, disminuir o erradicar la contaminación del
medio ambiente y el saneamiento de las condiciones de vida, estudio
y trabajo de la población, así como reprimir a los infractores de
esas normas.
Para ello trabajan en la actualidad 2 315 inspectores, todos con
grado universitario, mayoritariamente licenciados en Tecnología de
la Salud, especialistas en Higiene y Epidemiologia y médicos, que
atienden en el momento actual un universo en el país de 45 336
elaboradores y expendedores de alimentos por cuenta propia, de los
cuales, al cierre del pasado mes, 36 014 desempeñan su labor de
forma ambulatoria.
La sola mención de esas cifras, que continuarán en aumento,
constituye en sí misma un llamado a la responsabilidad de estos
trabajadores por cuenta propia, y de los inspectores, en cuanto a la
adopción y exigencia de las medidas higiénico-sanitarias
establecidas para cuidar la salud de la población.
Ambas figuras deben tener muy presente que, del desempeño
responsable de su actividad, depende hasta la vida de la personas.
Por ejemplo, una de las intoxicaciones por alimentos más comunes
es la producida por una bacteria, la salmonella, que se manifiesta
con una gastroenteritis aguda con vómitos y diarreas. "La salmonella
mata", subrayó a Granma la doctora Mayra Martí Pérez, jefa
del Departamento Nacional de Higiene de los Alimentos y Nutrición,
del MINSAP.
Pregunté a la especialista si existen alimentos que por su
naturaleza o composición se encuentran exentos de "responsabilidad"
en el origen de intoxicaciones alimentarias. Sí, refirió, los
productos secos como el pan, los muy ricos en azúcar y los ácidos.
Sin embargo, hay alimentos de alto riesgo que no deben mantenerse de
forma prolongada sin las condiciones de refrigeración adecuadas.
Entre ellos carnes y productos cárnicos, pescados y mariscos, los
dulces de crema, las ensaladas frías, la mayonesa y otros de alta
peligrosidad.
Los elaboradores y expendedores de alimentos deben sustentar su
labor para la prevención de las intoxicaciones alimentarias en los
denominados "siete pilares" de la higiene, que incluyen el lavado
frecuente y correcto de las manos; la cocción completa de los
alimentos que lo requieran; lavado correcto de los vegetales y
hortalizas; limpieza de equipos y utensilios; mantener debidamente
tapados los alimentos; conservarlos en la forma y temperatura
adecuadas, y, finalmente, evitar que transcurra un tiempo prolongado
entre su elaboración y el consumo. Debe emplearse siempre agua
potable para elaborar jugos y refrescos.