CARACAS. — Los partidos Comunista (PCV) y Socialista Unido de
Venezuela (PSUV) repudiaron hoy las represalias de Estados Unidos
contra la compañía petrolera nacional y abogaron por redoblar las
acciones en defensa de la soberanía del país.
En sus respectivas reuniones semanales, ambas formaciones
políticas exaltaron la respuesta popular a la decisión de Washington
de sancionar a Petróleos de Venezuela (PDVSA) por mantener
relaciones comerciales con el sector energético de Irán, reporta
Prensa Latina.
Coincidieron también en que esas medidas son una agresión a la
empresa, al Gobierno y a su derecho pleno de tener vínculos con
cualquier nación del planeta.
Según informó Carlos Escarrá, miembro de la Dirección Nacional
del PSUV, los consejos legislativos y municipales de ese grupo
aprobarán acuerdos en rechazo al intervencionismo norteamericano en
Venezuela.
Nadie va a destruir lo que a nosotros nos ha costado tanto
construir. De tal manera que la industria petrolera, de conformidad
con los artículos 302 y 303 de la constitución es soberana y seguirá
siendo soberana, dijo a periodistas al término de la reunión
partidista.
Mientras, el integrante del Comité Central del PCV Oswaldo Ramos,
llamó a acelerar la formación del Polo Patriótico para enfrentar
férreamente unidos al enemigo principal de la revolución
bolivariana.
Esa iniciativa busca aunar las fuerzas revolucionarias del país
suramericano con vistas a los comicios de 2012, cuando el presidente
Hugo Chávez buscará la reelección para proseguir con el proceso de
cambios iniciado en 1999.
Se hace necesario una respuesta unitaria y contundente del pueblo
venezolano, y es precisamente con la conformación del Polo
Patriótico la herramienta para enfrentarla de manera firme, enfatizó
el dirigente.
Los dos partidos acompañaron al pueblo venezolano durante las
masivas marchas realizadas en todo el país desde el pasado día 25 en
rechazo a la pretensión de Estados Unidos de penar a PDVSA.
El subsecretario norteamericano de Estado, James Steinberg, dijo
el martes último que las medidas contra Caracas se originan por
realizar negocios con Irán, en violación de las prohibiciones
fijadas por Washington.
A PDVSA la acusa de entregar "al menos dos cargamentos" de un
producto que mezclado con el petróleo mejora la calidad de la
gasolina, lo cual Venezuela negó en varias oportunidades.
Steinberg anunció sanciones adicionales para firmas de China,
Siria y Belarús por actividades de proliferación nuclear que
involucraron tanto a Irán como a Corea Democrática.
Organizaciones como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de
Nuestra América, el Parlamento Amazónico Internacional y los estados
de Bolivia, Cuba y Ecuador se sumaron al repudio y coincidieron que
la medida viola los principios fundamentales de la Carta de Naciones
Unidas.