TRÍPOLI. — El líder libio Muamar El Gadafi discute este lunes una
iniciativa de armisticio con el presidente surafricano, Jacob Zuma,
cuyo viaje aquí coincidió con los 100 días la rebelión armada y más
bombardeos de la OTAN.
Zuma era esperado hoy en Trípoli para examinar con El Gadafi una
nueva propuesta de cese del fuego inmediato que permita el
suministro de ayuda humanitaria, así como la adopción y puesta en
marcha de reformas para eliminar las causas del conflicto en Libia,
reporta Prensa Latina.
La televisión estatal de este país norafricano refutó reportes de
que la visita del mandatario surafricano tenía como propósito
debatir una estrategia de salida del líder libio del cargo y del
país, y destacó el esfuerzo mediador de la Unión Africana (UA).
Al respecto, la misma fuente explicó que, además de pretender
acabar con la revuelta, Zuma expondrá una hoja de ruta de la UA para
la paz, pese a que la jefatura de la Organización del Tratado del
Atlántico Norte (OTAN) reunida hoy en Bulgaria prometió intensificar
los ataques.
La rebelión pidió ayuda monetaria a sus aliados occidentales y
más ataques contra el Ejército, a lo que el secretario general de la
OTAN, Anders Fogh Rasmussen, respondió que se ha debilitado
seriamente a las fuerzas de El Gadafi y habrá más bombardeos hasta
derrocarlo.
De hecho, una fuente castrense libia afirmó que 11 personas
murieron este lunes por una serie de incursiones de la alianza
atlántica contra instalaciones civiles y militares en Zlitan, Jafara
y el valle de Ein Kam, al sur de la capital, en el que fue el
segundo ataque de día.
La OTAN lanzó el primer bombardeo diurno el pasado sábado contra
un campamento de fuerzas leales a El Gadafi. La aviación occidental
realizó más de ocho mil 800 salidas sobre Libia desde el 19 de
marzo.
Poco antes de emprender viaje hacia Trípoli, el partido Congreso
Nacional Africano (ANC, de Zuma) condenó los continuos bombardeos
aéreos sobre Libia por parte de la alianza, sobre todo en las
montañas de Nafussa en el extremo occidental del país.
Los aviones de la OTAN también arremetieron contra Bani Walid,
una localidad cerca de Misratah y de importancia estratégica vital
por ser el principal bastión del poderoso clan Warfalla, del que
proceden los líderes tribales que pactaron con los insurgentes
opuestos a El Gadafi.
Medios noticiosos afines al opositor Consejo Nacional de
Transición (CNT) indicaron que alrededor de 100 líderes comunitarios
y jefes de tribus mostraron su adhesión a los rebeldes durante una
conferencia en Turquía en la que llamaron a detener la violencia.
El Gobierno libio minimizó el impacto del encuentro y su
Ministerio de Justicia, en cambio, destacó la decisión de dos
conocidos abogados franceses de emprender demandas judiciales contra
el presidente de su país, Nicolás Sarkozy, por presuntos crímenes
contra la humanidad.
Según el funcionario libio Ibrahim Boukhzam, los letrados Jacques
Verges y Roland Dumas se ofrecieron para representar a familias de
víctimas de la campaña de bombardeos de la OTAN que encabezó de
forma adelantada la aviación francesa el 19 de marzo.
El jefe del CNT, Mustafa Abdel Jalil, aprovechó el aniversario de
los 100 días para hacer balance de lo que describió como victorias a
nivel nacional e internacional y presentar el programa de una
eventual Libia post El Gadafi, aunque alegó problemas financieros y
militares.