En un contexto mundial adverso, la XI Bienal de artes plásticas
de La Habana concentrará, en mayo y junio de 2012, la nómina de
participantes y proyectará su modelo escenográfico a grandes
espacios públicos.
En el capitalino Centro Wifredo Lam, el presidente del Consejo
Nacional de esa disciplina, Rubén del Valle Lantarón, subrayó que el
evento constituirá un reto para sus organizadores, dadas las
limitaciones económicas que enfrenta la isla, reporta Prensa Latina.
Con el tema Prácticas artísticas e imaginarios sociales,
aprovechará las principales arterias de la ciudad, lo cual supone
otro desafío para sus curadores, según el ejecutivo.
Creadores de Latinoamérica, el Caribe, Asia y África expondrán
sus obras en el popular malecón citadino, la calle 23, la Avenida
del puerto, las plazas del centro histórico y uno de los salones del
Gran Teatro habanero.
De acuerdo con el director del evento, José Fernández, será una
gran fiesta del arte cubano y posibilitará el diálogo y la
interacción de diversas generaciones con propuestas novedosas.
Señaló que el encuentro ha devenido trienal por causas ajenas a
la voluntad de su comité organizador, empeñado en que siempre derive
proceso investigativo en todas las modalidades.
Como vitrina que acoge también el fenómeno de la
transterritorialidad, cederá espacio a la diáspora cubana que,
formada en otras latitudes, mantiene vínculos con el país.
La Bienal de la Habana cumplirá 28 años en 2012 y la anima el
propósito de convertir el contexto cubano y los escenarios públicos
en laboratorio temporal de experimentación artística.