El coordinador federal de IU, Cayo Lara, calificó de
injustificada, coercitiva y desproporcionada la actuación violenta
de los Mossos d Escuadra (Policía catalana) en el desalojo del
campamento del 15-M en la Plaza de Cataluña de la Ciudad Condal.
En una nota de prensa, Lara señaló que la falta de diálogo previo
con los manifestantes carece de justificación alguna, teniendo en
cuenta la actitud serena y cívica mantenida por los acampados en
todo momento.
Unos 300 efectivos de los Mossos d Escuadra irrumpieron por la
fuerza este viernes en el campamento que el Movimiento 15-M mantiene
desde hace dos semanas en Barcelona para protestar contra el sistema
político y social imperante en España, al que califican de corrupto.
Durante la redada, que según las fuerzas antidisturbios se
realizó por motivos de salubridad de la mencionada plaza, resultaron
lesionados más de un centenar de personas, en su mayoría jóvenes,
informó el Sistema de Emergencias Médicas de esa comunidad autónoma.
Por higiene habría que desalojar a los banqueros y a algunos
dirigentes y no a los acampados, ironizó el máximo representante de
la coalición de izquierda en un apunte en su perfil en la red social
Facebook.
Más motivos para la indignación, la rebeldía y para seguir
defendiendo la dignidad, aseguró el líder de IU, tercera fuerza más
votada en las elecciones autonómicas y municipales celebradas el
pasado domingo en el país ibérico.
A su juicio, lo ocurrido evidencia la incapacidad de la
Generalitat (Gobierno catalán) para resolver esta cuestión de forma
pacífica y tranquila, garantizando los derechos de los ciudadanos.
Tras considerar también desmedida la operación policial, Esquerra
Republicana de Cataluña pidió la comparecencia en el Parlamento del
Consejero de Interior de Cataluña, Felip Puig, para que dé
explicaciones sobre los excesos cometidos por los gendarmes.
A través de la página web change.org, más de nueve mil
internautas secundaron un manifiesto que aboga por la destitución
fulminante de Puig tras la batalla campal de Barcelona.
El Movimiento 15-M, también conocido como los indignados o la
Spanish revolution, nació de manera espontánea en las redes sociales
de Internet para reclamar una democracia real.
Tras protagonizar una multitudinaria manifestación en Madrid el
pasado 15 de mayo, los participantes de la plataforma reivindicativa
instalaron acampadas en las principales urbes del país ibérico, con
epicentro en la emblemática Puerta del Sol de esta capital.
Entre sus demandas figuran la reforma de la ley electoral, que
sólo favorece a los dos grandes partidos (PSOE y PP), la lucha
contra la corrupción, la separación efectiva de los poderes públicos
y un mayor control ciudadano sobre los responsables políticos.