LIMA, 27 mayo.— Una polémica sobre un posible fraude domina hoy
el panorama electoral peruano, tras denunciar el candidato opositor
Ollanta Humala indicios de fraude a favor de su rival, la
conservadora Keiko Fujimori.
Hay una serie de indicios que nos preocupan y que pueden llevar a
un fraude, dijo anoche Humala en una gira electoral por el sur de la
región Lima, a tiempo de denunciar la frecuente intromisión del
presidente, Alan García Pérez, en la campaña electoral.
El candidato del bloque progresista Gana Perú fue preguntado
sobre el rechazo del presidente Alan García y la candidata Fujimori
a las denuncias sobre un posible fraude en la segunda vuelta
electoral del 5 de junio, y al emplazamiento de ambos a que Humala
se comprometa a aceptar por adelantado los resultados de esa
jornada.
Trasladó la pregunta al jefe de Estado y a otras fuerzas
políticas y dijo que deben responder si respetarán la voluntad
popular.
Hay que preguntarle al que tiene poder si va a respetar el poder
de las urnas o va a imponer el suyo, dijo.
Acusó igualmente a García de querer apoyar a la candidata de su
predilección enfrentado a una población mayoritariamente de Gana
Perú, la región surandina de Puno, paralizada por bloqueos de
carreteras que mantienen cerrada la frontera con Bolivia desde hace
19 días.
Sostuvo que, al negarse a atender las demandas puneñas de cesar
las concesiones mineras y petroleras por consideraciones
ambientales, el gobierno está provocando un conflicto al que le da
matiz electoral, porque esa población vota por su partido.
García se negó a atender el pedido y dijo que confía en que la
protesta será levantada antes de la elección del 5 de junio, pero
dirigentes sociales de Puno dijeron que el paro seguirá hasta que
sus demandas sean aceptadas y será responsabilidad del gobierno si
se frustran los comicios.
El bloque de personalidades centristas Foro Democrático denunció
por su parte el peligro de que el gobierno propicie la frustración
de los comicios para perjudicar a Ollanta Humala y favorecer a
Fujimori.
En ese marco, en Lima y las ciudades de Arequipa, Trujillo,
Chiclayo, Iquitos, Huamanga, Cajamarca y otras ciudades se
realizaron marchas multitudinarias de rechazo a la candidatura de
Fujimori.
Las movilizaciones fueron promovidas por organizaciones de
derechos humanos que temen que un gobierno de Fujimori reedite la
violencia y la corrupción que, afirman, caracterizaron al gobierno
de Alberto Fujimori (1990-2000), padre de Keiko y encarcelado por
diversos crímenes.
Por similares consideraciones, el expresidentes Alejandro Toledo,
del grupo Perú Posible, anunció ayer su apoyo a Humala, sin
condiciones aunque en forma crítica.
Fujimori recibió por su parte el respaldo del excandidato
presidencial Pedro Kuczynski, por afinidades ideológicas y
neoliberales, y expresiones de simpatía del también excandidato Luis
Castañeda.
En la primera vuelta electoral, el 10 de abril, ganó el primer
lugar Humala, seguido de Fujimori, y ambos pasaron a la segunda
vuelta, quedando fuera, en ese orden. Kuczynski, Toledo y Castañeda.