El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, prorrogó por otros
cuatro años los poderes de la llamada Ley Patriota, que permite
espiar a ciudadanos en busca de presuntos terroristas.
La medida, nacida luego de los ataques del 11 de septiembre de
2001 contra las torres gemelas, en Nueva York, fue ratificada por el
Congreso, luego que Obama, de gira por Europa, diera su
consentimiento, reporta Prensa Latina.
Dicha legislación permite investigar registros e intervenir
llamadas telefónicas aleatorias a la caza de supuestos terroristas.
Sin embargo, tuvo resistencia entre algunos legisladores, que
intentaron atenuar su efecto por considerar que constituye una
violación de las garantías individuales de los individuos.
Después de ser sancionado ayer en la tarde por 250-153 votos en
la Cámara de Representantes, el proyecto de ley fue enviado a Obama
para que lo rubricara antes de que expiraran estas disposiciones en
la medianoche del jueves.
A principios de este año, la inesperada oposición de un bloque de
republicanos de la Cámara baja puso en riesgo una extensión a corto
plazo de la medida, también rechazada por congresistas demócratas.
Uno de los más fuertes litigantes de la ordenanza es el senador
republicano de Kentucky Rand Paul, quien la califica como una
extralimitación inconstitucional por el gobierno federal en los
asuntos privados, según publica hoy el diario Los Angeles Times.
El Capitolio llegó a la fecha límite a causa, precisamente, de la
negativa de Paul, pues retuvo el voto final durante varios días
mientras exigía una oportunidad para cambiar el proyecto de ley.
No obstante, la caducidad momentánea de la medida en nada
interrumpe las presuntas acciones antiterroristas en curso, pero sí
impediría que el gobierno obtuviera órdenes judiciales para nuevas
investigaciones.
La nueva luz verde a la Ley Patriota dará vida legal a este
espionaje hasta el 2015.