Efectivos del Ejército libio y opositores armados sostuvieron
este viernes violentos enfrentamientos en la occidental ciudad de
Misratah, mientras aviones de la OTAN repitieron los bombardeos
contra zonas civiles y gubernamentales de Trípoli.
Los alzados contra el líder Muamar El Gadafi intentaron conservar
el control de la tercera ciudad de Libia y respondieron con
armamento pesado a la contraofensiva de las tropas regulares, que
dispararon morteros y otros proyectiles, según fuentes de la
oposición, reporta Prensa Latina.
Residentes en Misratah aseguraron escuchar potentes explosiones y
las sirenas de ambulancias que transportaban a varios heridos de un
lado a otro de la urbe, pero no pudieron identificar cuál de los dos
bandos hizo los disparos de artillería pesada.
Informaciones contradictorias atribuidas a un portavoz de la
insurgencia refirieron que los militares de El Gadafi lanzaron
morteros contra el centro urbano y mataron a tres rebeldes, pero al
mismo tiempo reconocieron que choques ocurrieron en la periferia de
la ciudad.
De igual modo, los insubordinados dijeron tener pleno control de
Misratah y de Cirenaica, la fértil región costera del occidente de
Libia, pero admitieron que en las Montañas Occidentales, al suroeste
de Trípoli, el panorama continúa sin definiciones en el plano
militar.
Por otro lado, la aviación de la Organización del Tratado del
Atlántico Norte (OTAN) recrudeció la pasada madrugada los bombardeos
contra complejos residenciales capitalinos, en un claro intento por
golpear los sitios donde presume puede estar residiendo El Gadafi.
La nueva ola de incursiones aéreas contra Trípoli incluyó
supuestos cuarteles o centros de mandos de las fuerzas armadas, así
como instalaciones y edificios habitados por civiles, muchos de los
cuales se vieron obligados a evacuarlos, según la televisión pública
libia.
A su vez, la agencia oficial de noticias JANA destacó que la
alianza atlántica se ha concentrado en la última semana en atacar
objetivos de telecomunicaciones, lo que analistas valoraron como
parte de una ofensiva para silenciar las condenas gubernamentales a
la agresión.
El primer ministro libio, Al Baghdadi Ali Al-Mahmoudi, pidió ayer
a la ONU fijar fecha y hora para el alto el fuego a fin de detener
las incursiones de la OTAN e iniciar un diálogo conducente a la
transición, pero Occidente y el opositor Consejo Nacional de
Transición se negaron.
De hecho, los ataques de hoy coincidieron con declaraciones de
los presidentes norteamericano, Barack Obama, y francés, Nicolás
Sarkozy, en Deouville a favor de ampliar los ataques aliados contra
Libia hasta acabar el trabajo, y exigieron a El Gadafi dejar el
cargo y el país.
Por su lado, el gobierno británico confirmó que el primer
ministro, David Cameron, aprobó el uso de helicópteros de combate
del tipo Apache para multiplicar los bombardeos contra Libia.