El derecho de las poblaciones autóctonas a masticar la hoja de
coca como una práctica cultural y de salud tradicional (acullico)
será ratificado este viernes por el décimo Foro Permanente de
Asuntos Indígenas de Naciones Unidas.
El respaldo a esa costumbre aparece en el proyecto de informe
final de la reunión iniciada aquí el pasado día 16 con la asistencia
de unos mil 300 delegados en representación de los 370 millones de
indígenas de todo el mundo, reporta Prensa Latina.
El texto sostiene que la masticación tradicional de la hoja de
coca es coherente con el derecho de los pueblos aborígenes a
mantener sus prácticas culturales y de salud tradicionales.
Recuerda que esa prerrogativa está reconocida en los artículos
11, 24 y 31 de la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los
Pueblos Indígenas, adoptada en 2007 por la Asamblea General.
En enero pasado, Bolivia libró una dura batalla en la ONU para
tratar de eliminar dos incisos del artículo 49 de la Convención
Única sobre Estupefacientes de 1961 que prohíben esa costumbre.
El gobierno boliviano defiende que el acullico es una práctica
sociocultural y un ritual de los pueblos indígenas andinos, ligada a
su historia e identidad cultural, y es común a millones de personas
en Bolivia, Perú, Argentina, Ecuador y Colombia.
El empeño de Bolivia cuenta con el respaldo de la Unión de
Naciones Suramericanas, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de
Nuestra América, el Mercado Común del Sur y de numerosos países.
En sus recomendaciones, el Foro Permanente también ratifica su
reconocimiento a la importancia de la quinua para los conglomerados
indígenas como un alimento natural de alto contenido nutritivo.
En ese sentido, la reunión expresa su respaldo a una iniciativa
de Bolivia para declarar un año internacional de la quinua.
Se trata de un grano originario del Lago Titicaca, producido por
una planta que data de cinco mil años antes de Cristo y que además
se cultiva en Argentina, Chile, Colombia, Ecuador y Perú.
Dada su gran importancia nutritiva, la Organización Mundial de la
Salud lo calificó en una ocasión como el grano del futuro. También
es conocido como arroz andino.