La decisión es la primera de la corte sobre las que han impulsado
las autoridades de Arizona contra la inmigración irregular, y, según
algunos analistas, puede tomarse como adelanto del dictamen que el
Supremo podría dar a la más polémica de esas leyes, la SB1070, que
convierte a los inmigrantes indocumentados en delincuentes.
La gobernadora de Arizona, Jan Brewer, anunció hace dos semanas
que llevará ante la máxima instancia sus argumentos para que esa
otra iniciativa pueda aplicarse en su totalidad y no con las
restricciones que le impuso un tribunal federal. También se espera
que acabe en el Supremo una ley firmada el año pasado por Brewer,
que exige a los policías del estado que verifiquen el estatus
migratorio de cualquier sospechoso de cometer un delito.
En el fallo de hoy, la corte determinó que la ley, conocida
informalmente en Arizona como la "pena de muerte para los negocios",
no viola las leyes federales sobre inmigración. No obstante, los
tres jueces que votaron en contra advirtieron que puede llevar a
discriminación contra algunos trabajadores.