Los cubanos celebran este martes el Día del Campesino a 52 años
de la primera Ley de Reforma Agraria, hecho que significó para este
país un cambio total en la estructura de propiedad de la tierra.
En la década de los 50 el campo de la isla evidenciaba la
concentración de las tierras cultivables en pocas manos, y la
mayoría de los que la trabajaban no poseían su propiedad, otros
obtenían bajos salarios o carecían de empleo y vivían en condiciones
miserables.
Una de las primeras medidas del proceso revolucionario iniciado
en enero de 1959 resultó la aprobación de esa Ley, que proscribió el
latifundio con la nacionalización de todas las propiedades de más de
402 hectáreas y entregó la tierra a decenas de miles de campesinos.
La acción acentuó la hostilidad de Estados Unidos hacia el
archipiélago, pues compañías de esa nación del Norte poseían
importantes propiedades e intereses en ese y otros sectores del país
caribeño.
A partir del triunfo de la Revolución, la administración
norteamericana trazó estrategias para destruirla, ofensiva que
incluyó entre otras agresiones la invasión financiada y organizada
por Washington a Playa Girón, en la occidental provincia de
Matanzas, en abril de 1961.
También este 17 de mayo la Asociación Nacional de Agricultores
Pequeños, organización del campesinado, cumple medio siglo de
fundada, en tiempos que le exigen mayor productividad y eficiencia.
Ese sector de la sociedad desempeñará un papel fundamental en la
actualización del modelo económico cubano a partir de los acuerdos
del VI Congreso del Partido Comunista, que sesionó del 16 al 19 de
abril último.